El Paseo Independencia acoge una exposición sobre la historia y evolución del templo de Santa Engracia

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  • Desde hoy y hasta el próximo 24
    de noviembre, el Paseo de la Independencia acoge la exposición “Una historia que
    recordar, un presente que compartir” sobre la historia de la Basílica de Santa Engracia.
    La vicealcaldesa y consejera de Cultura y Proyección Exterior, Sara Fernández, el párroco del
    templo, Santiago Aparicio, han inaugurado esta exposición en la vía pública, junto al
    coordinador de la misma, Luis Antonio Rodríguez, para dar a conocer a la ciudadanía la
    historia y evolución de este templo que tiene XVII siglos de historia.
    La exposición, organizada por la parroquia de Santa Engracia y que cuenta con la
    colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, forma parte de las actividades culturales
    programadas este año dentro de la celebración del 30 aniversario de la concesión del título
    de Basílica menor Pontificia al templo, por parte de San Juan Pablo II.
    A lo largo de la historia, los Papas han otorgado el título de ‘basílica’ a un templo por su
    importancia espiritual e histórica. Con este reconocimiento se cerraban cien años de
    reconstrucción material, humana y espiritual de Santa Engracia (1891-1899) tras la voladura
    del ejército napoleónico en los sitios de Zaragoza, por su paso de la diócesis de Huesca a la
    de Zaragoza y por la constitución de más de 15 parroquias ‘desgajadas de Santa Engracia’,
    la última fue Santa Rita en 1970.
    La exposición del Paseo de la Independencia está integrada por ocho soportes que contienen
    un total de 16 carteles, en los que se muestra a través de fotografías y de texto la historia
    del templo de Santa Engracia en sus acontecimientos más significativos, y que actualmente
    sigue haciendo un gran esfuerzo por seguir cuidando el patrimonio, con la restauración de
    dos fachadas y en proyecto la tercera, la renovación total de la instalación eléctrica, la
    limpieza y abrillantado ecológico del suelo de la basílica y la pintura de la cripta. A todo ello,
    se suman las distintas acciones culturales que se llevan a cabo a lo largo de todo el año,
    como son las visitas guiadas semanales, la celebración de conciertos, la colaboración con
    colegios para actividades escolares, así como las litúrgicas y la obra social que se incrementa
    con nuevos proyectos.