En busca del equilibrio entre solidez defensiva y mejora ofensiva

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El Real Zaragoza sigue buscando la fórmula ideal para conseguir estabilidad en su juego. Desde la llegada de Miguel Ángel Ramírez, el equipo ha mostrado una mayor intención ofensiva, generando más llegadas al área rival y creando más ocasiones de gol. Sin embargo, esa evolución en ataque no ha ido acompañada de una mejora en la solidez defensiva, lo que ha impedido al equipo cerrar partidos y sumar puntos clave.

En la rueda de prensa previa al partido ante el Eldense, el técnico zaragocista reconoció que el equipo todavía no ha encontrado el equilibrio necesario entre ataque y defensa. Ramírez explicó que cada semana trata de ajustar la estructura del equipo para potenciar las virtudes de sus jugadores, pero que la estabilidad sigue siendo una asignatura pendiente. “Intentamos potenciar a los jugadores con lo que mejor saben hacer, pero también necesitamos encontrar el equilibrio”, afirmó.

Uno de los principales problemas que ha evidenciado el Real Zaragoza en las últimas jornadas es la falta de consistencia a la hora de proteger el resultado. Aunque el equipo ha mejorado en generación de juego, sigue sufriendo en la transición defensiva y concediendo demasiadas facilidades a los rivales. Esto se ha traducido en una falta de confianza para cerrar partidos, lo que ha costado puntos importantes en encuentros recientes.

El partido ante el Eldense será una nueva oportunidad para comprobar si el equipo es capaz de dar un paso adelante en este aspecto. Con la recuperación de algunos jugadores clave, Ramírez tendrá más opciones para reforzar el equilibrio en el once titular. La incógnita está en si apostará por mantener un bloque ofensivo o si tratará de reforzar la estabilidad defensiva para evitar sorpresas.

Para el Real Zaragoza, encontrar esa solidez es fundamental en un tramo final de temporada donde cada punto cuenta. La lucha por la permanencia exige un equipo capaz de competir en ambas áreas y minimizar los errores que han lastrado su rendimiento hasta el momento. Ramírez confía en que el trabajo diario dará sus frutos, pero el equipo necesita traducir esas mejoras en resultados tangibles antes de que sea demasiado tarde.