Guillermo Aso alcanzó la línea de meta en su primera participación en las 24 horas de Barcelona – Trofeo Fermín Vélez, lo que ya de por sí es un éxito, y además se mantuvo en la pugna por una posición en el cajón hasta que cayó la bandera a cuadros en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Aso afrontaba esta carrera, la de mayor duración y tradición que se celebra en la Península Ibérica, en compañía de los experimentados Keith Gatehouse, Igor Sorokin, Max Huber y Manel Lao turnándose al volante del Mercedes-AMG GT4 de NM Racing Team. Y el quinteto de la marca de la estrella iba a situarse entre el ramillete de aspirantes a la victoria desde los compases iniciales.
Tras los primeros entrenamientos libres del viernes por la mañana, por la tarde llegaba el turno de la clasificación en la que Aso fue uno de los pilotos responsables de marcar un tiempo. A la postre, y con un tiempo de vuelta media de 1m53.280s, iban a lograr el quinto lugar entre los GT4. Ya el sábado, y cuando comenzó la carrera, Huber fue el responsable de tomar la salida. Huber, enseguida, afianzó la posición en el top-5 antes de ceder el testigo a Lao siendo ya el primer turno de Aso a media tarde. Tras subirse también al coche Sorokin y Gatehouse, el Mercedes de Aso se situó líder por primera vez tras 247 vueltas cuando caía la noche. Durante la madrugada, y pese a que los Código 60 – equivalentes a los Virtual Safety Car de F.1–, durante toda la noche siguieron en la pomada llegando ya a la mañana del domingo en cuarto lugar, a solamente un giro del tercer clasificado. A la postre, y tras 670 vueltas, se quedaron a solamente una del Porsche de Lionspeed GP que fue tercero, pero siendo el mejor equipo español en meta.
“Estamos muy contentos, pues hemos sido todo lo rápidos que hemos podido. Han sido 24 horas sin fallos y en las que nuestro Mercedes-AMG ha funcionado como un reloj”, explicaba Aso.
Añadía que “los Código 60 no nos han ayudado, porque varios se han producido justo cuando nosotros habíamos hecho nuestras paradas y ello lo han aprovechado nuestros rivales. En el último relevo, que he hecho yo, hemos intentado alargar al máximo nuestro repostaje y ver si podíamos hacernos con ese último escalón del cajón. Pero al final nos ha faltado una vuelta, aunque nos vamos satisfechos con nuestro papel.”