El Ayuntamiento de Zaragoza ha adaptado a lo largo de este año más de 325 pasos de peatones en calles de toda la ciudad. La cifra hace referencia a los rebajes realizados hasta finales de octubre, último mes certificado. Estas actuaciones forman parte del plan de eliminación de barreras arquitectónicas y mejora de la accesibilidad que está desarrollando el área de Infraestructuras y que busca conseguir una ciudad más inclusiva, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La consejera de Infraestructuras y Medio Ambiente, Patricia Cavero ha explicado que el objetivo es adaptar a lo largo de la legislatura los 1.087 pasos de peatones que quedaban pendientes a finales de 2019. Además se está interviniendo en aceras que estaban rebajadas pero carecían de pavimento podotáctil para personas con visibilidad reducida. Para conocer las necesidades y priorizar los trabajos, los técnicos mantienen contactos periódicos con colectivos como DFA y ONCE.
Junto a los pasos de peatones, Infraestructuras está avanzando en la reforma de calles con problemas de accesibilidad, la mayoría vías antiguas con aceras muy estrechas y altos bordillos. En estos casos se amplía el espacio para el peatón a costa de reducir la calzada o crear una plataforma única de prioridad peatonal, tal y como se ha ejecutado recientemente en la plaza Jordán Asso o en la calle Torrellas. También se han renovado otras que ya eran de prioridad peatonal como Contamina, Olmo, Universidad o Ciprés.
Entre las obras de mejora de accesibilidad en marcha, Infraestructuras está realizando una gran rampa en la calle Desideria Giménez, en San José, que dé acceso a varios bloques de viviendas. Hasta ahora los vecinos tenían que subir importantes tramos de escaleras para acceder a la plaza donde se ubican sus portales. Esta situación había provocado quejas retiradas durante años. Las trabajos, con una inversión de 100.000 euros, se van a se prolongarán durante todo este mes de noviembre.
A estas intervenciones se unirá próximamente la renovación integral de la calle Santiago Lapuente en El Rabal, que está a punto de adjudicarse, y la de la calle Osa Mayor, pendiente de salir a licitación. Los dos son proyectos que cambiarán totalmente la fisonomía de la calle e irán acompañados de la renovación de todos los servicios que discurren por ellas.
Dentro de sus ámbitos de actuación, el área de Infraestructuras está aprovechando también las renovaciones de tuberías para eliminar las barreras arquitectónicas que pueda haber en esos tramos. De esta forma se evitar tener que volver a realizar obras más adelante y generar nuevas molestias a los vecinos y se mejora la eficiencia de la inversión. Así se ha hecho, por ejemplo, en el entorno de la plaza Emperador Carlos V, en la calle Cruz del Sur en Valdefierro, en Almadieros del Roncal en El Rabal o en Escultor Palao en Delicias.
Más de 2.000 actuaciones en aceras
El plan de mejora de accesibilidad se completa con la reparación de baldosas sueltas que entrañan riesgo de tropezones y caídas y que en ocasiones requieren la renovación de tramos más amplios de acera porque el pavimento está muy deteriorado.
Hasta finales de agosto se habían realizado 1.680 actuaciones por toda la ciudad a través de las contratas de conservación del viario público. Eso supone 210 intervenciones de media al mes a pesar del parón que sufrieron los trabajos durante el confinamiento por el COVID-19.
A falta de las certificaciones de los tres últimos meses, la estimación es que hasta mediados de noviembre se habrán realizado más de 2.100 actuaciones, lo que está permitiendo avanzar en la puesta al día de las peticiones acumuladas. En este sentido, el Ayuntamiento recibe unas 160 peticiones mensuales aunque parte de ellas se repiten y/o hacen referencia a las mismas calles.
El área de Infraestructuras ha destinado este año 5 millones de euros a la conservación del viario público, aceras y eliminación de barreras arquitectónicas; un 60% más que en 2019. Esta inversión se mantendrá en el proyecto de presupuestos para el próximo año.