Licitado el proyecto para solucionar los vertidos de Peñaflor y mejorar la calidad del río Gállego

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El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la sociedad municipal Ecociudad, ha sacado a licitación el proyecto para solucionar los vertidos del barrio rural de Peñaflor y mejorar de esta forma la calidad de las aguas del río Gállego. A lo largo de los últimos meses se ha realizado un estudio de alternativas de depuración.

La solución consistirá en construir una gran conducción de 7 kilómetros de longitud que llevará los vertidos por gravedad hasta la EDAR de La Cartuja y que supondrá una inversión aproximada de 4 millones de euros.

Éste es uno de los proyectos que está impulsando el Ayuntamiento de Zaragoza para mejorar la depuración y el saneamiento, en los que en los últimos tres años ha invertido más de 21 millones de euros; 7,2 sólo en 2021. Además se está trabajando para redefinir el sistema de depuración del conjunto de la ciudad para hacer frente a la antigüedad de algunas instalaciones y atender las nuevas exigencias medioambientales. En estos estudios Ecociudad va a invertir más de 800.000 euros.

El alcalde Jorge Azcón ha señalado que otras ciudades con depuradoras de la misma época que la EDAR de La Cartuja han tenido que afrontar procesos similares de renovación y están contando con la colaboración económica de sus comunidades autónomas y en muchos casos también del Estado, a diferencia de lo ocurrido hasta ahora en Zaragoza.

En este sentido, el Ayuntamiento ha conseguido que la CHE incluya el estudio de
alternativas de depuración de la ciudad en el Proyecto del Plan Hidrológico del
Ebro 2022-2027, reconociendo que ésta es una actuación estratégica para la cuenca del Ebro y no sólo para Zaragoza. Ello abre la puerta a que otras instituciones se impliquen en el futuro en la financiación de esa solución.

El alcalde Jorge Azcón y la consejera de Infraestructuras, Patricia Cavero han visitado esta mañana el nuevo digestor primario de la depuradora de La Almozara. Después de un año de obras y varios meses de puesta en funcionamiento progresiva, la instalación se encuentra ya a pleno rendimiento en la generación de biogás. Ha sido necesaria una inversión de 2 millones de euros para rehabilitar una instalación que colapsó por la acumulación de restos de fibras de toallitas y otros materiales desechados de forma incorrecta. La obra se ha aprovechado además para instalar sistemas de medición y control de última generación.

Toda esa nueva tecnología va a permitir incrementar hasta un 10 % la energía que
se genera a partir del biogás en el interior del digestor. Con ello se podrá cubrir cerca del 70% de energía que necesita la propia depuradora, el equivalente a la energía que consumen al año unas 500 viviendas, y evitará la emisión a la atmósfera de unas
400 toneladas de CO2 anuales.