Los vecinos de San José contarán con un nuevo espacio de escucha activa para paliar la soledad no deseada

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El barrio de San José contará con un nuevo espacio de escucha activa dirigido a las personas mayores que viven en soledad, una realidad que afecta a una sociedad cada vez más envejecida y que se ha visto agravada por las restricciones impuestas por la pandemia. La presidenta de la Junta de Distrito de San José, Cristina García, ha presentado en rueda de prensa este proyecto social, impulsado con la colaboración de la Asociación Almai+, que se desarrollará en el centro cívico Teodoro Sánchez Punter.

Con el lema ‘No estás solo en San José’, este espacio de escucha se pone en marcha en un barrio con un índice de envejecimiento alto en el que residen 16.900 personas mayores de 65 años, lo que supone el 25 % de la población del distrito (66.665). A esto se añade que en 5.369 hogares vive una única persona mayor de 65 años, según datos del padrón municipal. Este es el público al que va dirigido esta iniciativa que busca mejorar la salud emocional de los vecinos mediante el acompañamiento, ha precisado García.

“Para muchas personas mayores, la soledad no es fruto de una decisión propia, sino una situación impuesta por la propia vida”, ha señalado García, quien ha añadido que el 11 por ciento de la población española sufre soledad, un porcentaje que se ha duplicado tras la pandemia, según un estudio de la Universidad de Comillas. Esta realidad se vive también en los barrios envejecidos de Zaragoza, de ahí que ahora se ponga en marcha esta iniciativa que podría exportarse también a otras juntas de distrito.

El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 4.000 euros con cargo a la junta municipal, se llevará a cabo mediante grupos de ayuda mutua formados por un máximo de diez personas, asesorados por un terapeuta especializado. En total, se formarán tres grupos y cada uno realizará un total de diez sesiones, entre el 20 de mayo y el 29 de julio. Antes de comenzar, los profesionales de la asociación tendrán una entrevista personal con las personas inscritas para diseñar grupos homogéneos con experiencias similares.

«El denominador común es la soledad, pero hay muchos tipos de soledad”, ha manifestado Olga Gros, de la asociación Almai +. En estas clases se aportarán herramientas para mejorar la salud emocional, la actividad física y la nutrición, descuidada durante el confinamiento, según la organización, además de la salud mental. Se enseñarán también herramientas digitales para salvar la brecha digital, un aspecto que interesa especialmente a los mayores. “Se sienten arrinconados y aislados, sienten que no están al día pero no aprenden porque nadie les dedica tiempo”, ha subrayado Gros.

Ayer tuvo lugar una sesión informativa en el centro cívico Teodoro Sánchez Punter, a la que asistieron 36 personas. Todavía quedan plazas libres, así que el periodo de inscripción estará abierto también la próxima semana en el teléfono 976 72 60 60.

Una vez concluido el programa se hará una valoración del estado emocional de los participantes siguiendo unos indicadores establecidos por la organización. “La soledad afecta a la salud física y mental de quien la padece y puede provocar otras enfermedades, como depresión, deterioro cognitivo o problemas cardiovasculares”, ha recordado García.

Esta iniciativa cumple con el punto 135 del Acuerdo por el Futuro de Zaragoza que insta a ceder espacios para la realización de actividades dirigidas a colectivos específicos, como la infancia o las personas mayores.