Nueva victoria de la SD Huesca B en pretemporada, esta vez ante el Atlético Monzón

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El Isidro Calderón acogía el tercer partido de prueba de la pretemporada de la SD Huesca B con un gran ambiente del público local, que no dejó de apretar durante los 90 minutos. Un campo y un rival, el Atlético Monzón, siempre complicado para los azulgranas, ya que la temporada pasada tuvieron que remontar un 2-0. Y esta vez, se se le volvió a atragantar de inicio, encajando el primero ya en el minuto 20. A pesar del tempranero gol local, la cita comenzó con buenas sensaciones respecto al juego. Los de Dani Aso buscaban amplitud por bandas para encontrar a sus referencias en el ataque: Dani Sandoval y Esteban Aparicio.

El conjunto oscense dominaba en posesión, a pesar de eso las llegadas eran muy tímidas. Y eso fue lo que permitió al Atlético Monzón adelantarse el marcador, después de una transición rápida que acabó en la banda derecha y que su delantero no perdonó. El conjunto local no tenía el balón, pero hacía mucho daño con en este tipo de contraataques rápidas.

El gol cambió las tornas sobre el césped, y los azulgranas perdieron algo de ritmo en el tramo final de la primera parte, con menos fluidez, siendo el Monzón el que tuvo las oportunidades más claras.

A la vuelta de vestuarios, Dani Aso introdujo seis cambios. Martins, Miguel, Val, Pastor, Rico y Abizanda ingresaron al terreno de juego por Gasca, Sandoval, Barri, Anglada, Sastre y Adell. La segunda parte fue otra historia, y los azulgranas se reencontraron con su mejor versión, protagonizando otro partido totalmente diferente a lo ofrecido hasta el momento. El atrevimiento y descaro hizo acto de presencia para quedarse en la escuadra visitante.

Manu Rico hacía mucho daño entre líneas, Miguel gozó de ocasiones, Carrasco le daba ritmo a la pelota y Aparicio generaba desborde. Una actitud que se contagió y acabó con el asedio de la portería rojiblanca. Un pase teledirigido de Mora acabó en las botas de Aparicio, que definió sutilmente con una gran vaselina delante del meta, tras un desmarque que le ganó la espalda al defensa (1-1).

Cuando el partido llegaba a su final y parecía condenado al empate, Sergio Carrasco se sacó una genialidad de la chistera para poner el marcador en el lado azulgrana. El centrocampista, desde el centro del campo, aprovechó que el portero estaba adelantado para ejecutar un disparo lejano que no falló (1-2). Logrando así la segunda victoria consecutiva de la temporada, la segunda también en el descuento. Los de Dani Aso se mantienen invictos con dos partidos ganados y un empate.