El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, y el alcalde de Jaca, Juan Ramón Ipas, como presidente del Patronato de la Fundación Thomas de Sabba, han firmado un convenio de colaboración para la erradicación de asentamientos insalubres en la ciudad de Jaca. Se trata de una subvención nominativa para 2021 con un importe de 30.000 euros que se destinará a la rehabilitación de dos viviendas adquiridas por la Fundación Thomas de Sabba y que se destinarán al realojo de familias chabolistas del barrio de San Jorge de Jaca. Una acción que se incluye dentro del “Plan de erradicación del chabolismo de Jaca” con el que se pretende terminar con el problema de infravivienda en esa parte de la ciudad.
En el acto ha participado también la delegada del Gobierno de Aragón en Huesca, Carmen Luesma; la directora general de Vivienda y Rehabilitación, Verónica Villagrasa; y la directora provincial de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, Ana Pardo. La Fundación Thomas de Sabba fue constituida en 1999 por el Ayuntamiento de Jaca, Cáritas Diocesana de Jaca y la Asociación Gitana Mistós.
José Luis Soro ha destacado que “con esta subvención queremos apoyar la labor que se está realizando en Jaca y que supone dotar de vivienda digna a las familias como paso previo para el acceso a otros derechos básicos como son la sanidad o la educación”. Soro ha puesto en valor el trabajo que se lleva a cabo, que va más allá de una solución habitacional porque implica un trabajo de servicios sociales completo para favorecer la integración y el acceso a oportunidades laborales y la mejora de la calidad de vida.
Por su parte, el alcalde de Jaca, Juan Ramón Ipas, ha explicado que el objetivo es acabar con este asentamiento chabolista en un plazo de 4 años. En estos momentos existe ya una familia en el proceso de tránsito del asentamiento a la ciudad y con las dos viviendas, propiedad ya de la fundación, que se van a rehabilitar, se espera realojar a dos familias más este año.
El alcalde ha puesto en valor la labor de acompañamiento de los servicios sociales que permiten que “las familias no quieran volver al asentamiento y mejoren su calidad de vida, especialmente desde el punto de vista sanitario”. En el barrio de San Jorge existen en estos momentos un total de 24 familias y se estima que hay una veintena de menores que viven allí.
Con este convenio se busca apoyar la labor que se viene realizando en el asentamiento en el barrio de San Jorge. El asentamiento se originó en los años 60 y que llegó a contar hasta con 80 chabolas. En la actualidad se sigue trabajando de una manera integral para evitar que la situación de exclusión social se cronifique.