El Ayuntamiento de Zaragoza ha reforzado la atención psíquica y psicológica a menores con la colaboración de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme) para atender el aumento de la demanda que puede generar el estado de confinamiento en las familias.
Si el encierro es una situación difícil de gestionar para muchas personas, lo es todavía más para aquellos niños y jóvenes que padecen algún tipo de trastorno mental y que, por tanto, son especialmente sensibles a los cambios. La prolongación en el tiempo de esta situación tampoco ayuda y puede empeorar la salud mental de este colectivo, cuando está a punto de finalizar la tercera semana de encierro.
«Nuestra experiencia nos lleva a pensar que la situación empeorará con el tiempo, por lo que es importante ofrecer a las familias y a los menores un cauce para encontrar apoyo», afirma la gerente de Asapme, Ana López.
Esto es precisamente lo que se propone hacer el Ayuntamiento de Zaragoza en colaboración con esta asociación, para lo que han diseñado un protocolo de actuación que permita coordinar los recursos de ambas instituciones con el objetivo de atender de una manera más eficaz y ágil las necesidades de la ciudadanía.
De esta forma, se ha habilitado un teléfono (620690064) para recibir las consultas que será atendido por una trabajadora social, quien en coordinación con la psicóloga hará un primer triaje para derivar la demanda.
Los casos de atención psicológica serán atendidas por Asapme que pone a disposición de este convenio una trabajadora social, seis psicólogos y un psiquiatra, mientras que aquellos que presenten problemas relacionados con adicciones o de convivencia familiar serán atendidos por los servicios del Ayuntamiento de Zaragoza.
El Consistorio cuenta con la Zona de Salud Joven, en la que un psiquiatra y dos psicólogos prestan atención psicológica y terapéutica a la población infanto-juvenil, también durante el confinamiento aunque de forma telemática. En 2019 atendieron a un total de 522 jóvenes.
Además, dispone también del Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones gestionado por un equipo de seis psicólogos, un psiquiatra, dos médicos especialistas en adicciones, una trabajadora social, una enfermera y tres educadoras.Atienden al año a más de mil personas.
Estos profesionales se muestran también preocupados por el efecto psicológico de la pandemia. Conflictos familiares por la organización de horarios o el cumplimiento de normas; el consumo de sustancias; empeoramiento de adicciones a estupefacientes o a pantallas son algunos de los problemas que el confinamiento puede agravar, apuntan.
Por su parte, la concejala de Igualdad y Juventud, María Antoñanzas, ha recalcado que esta situación de aislamiento e incertidumbre es especialmente delicada para niños y jóvenes y, por ello, el Ayuntamiento de Zaragoza pone a su disposición todos los recursos necesarios.
¿A quién va dirigido?
Este programa atenderá a menores con trastorno mental, como puede ser déficit de atención; hiperactividad; anorexia, bulimia; depresión o equizofrenia, entre otras, como a aquellos que no presenten patologías previas, pero sí alteraciones debido a la situación. Se tratarán también las conductas adictivas tanto a sustancias como a pantallas digitales o juegos online.
Por otro lado, el protocolo va dirigido también a las familias que estos días tengan problemas de convivencia, a las que se prestará herramientas emocionales para mejorar la comunicación intrafamiliar.