Desde que el ser humano descubrió el fuego, el concepto de confort empezó a dibujarse en su mente como una condición sine qua non. De hecho, nos ha acompañado durante todos estos siglos. Al concepto de confort inicial, que se centraba sobre todo en la temperatura, se han ido añadiendo muchos otros, llegando a convertirse en lo que se llama commodity.
La realidad es que el confort térmico es fundamental, pero no desde el punto de vista de la percepción personal, si no es algo físico y objetivo. Por ello, el capítulo de calefacción en el hogar es muy importante: definir qué fuente se elige, entre calderas de gas, calderas gasoil o calderas de pellet y recibir asesoramiento en la instalación.
¿Nuestro hogar está bien aislado?
Entenderlo es fundamental porque, además, ya no sólo está en juego el confort, sino también el ahorro económico. Es más, no sólo depende del combustible que se elija sino también de otros factores a los que se les hace menos caso y que tienen que ver más con el aislamiento.
Es sabido que el parque de edificios está muy envejecido en la mayoría de las ciudades españolas. El impulso de los planes de rehabilitación que está dando la Administración va encaminado, precisamente, a solucionar gran parte de los problemas de ineficiencia de la calefacción de raíz.
El más común es el mal aislamiento, fundamentalmente de las ventanas. Esto, en realidad, es sencillo de observar. Si a pesar de poner la calefacción se pasa frío es probable que el calor que genera la caldera se esté yendo por la ventana.
La solución pasa por vidrios de doble o triple acristalamiento y una instalación adecuada que no permita que la temperatura del exterior se cuele dentro del hogar, algo fundamental también en el verano.
Optimizar el calor con una instalación eficiente
Una vez comprobado eso, es importante seguir estudiando cómo maximizar el calor. Quizá la potencia de la caldera no sea la adecuada – esto se calcula en relación a la superficie a calefactar. O puede ser que le problema venga de otro lado. Es necesario contar cuántos radiadores hay, si están correctamente instalados en los lugares adecuados o si se usan correctamente.
En muchas ocasiones, hay que declinarse por un nuevo equipo, con lo que es importante contar con un asesoramiento en la instalación de calderas para sacar los máximos beneficios y asegurarse de que, esta vez sí, se elige la opción que mejor se corresponde con las necesidades de la vivienda y su uso.
Aunque el gasoil podía ser el combustible más barato, no es ni el más eficiente y, ni mucho menos, el más limpio. De hecho, es poco común que instalaciones nuevas se hagan con gasoil, tendiendo más a otras soluciones como el gas, el gas ciudad o el pellet – aunque éste en mucha menor proporción.
Para resolver estas dudas, ya en internet puedes buscar ofertas y expertos que te orientan en la instalación de calderas de gas en Zaragoza o en la ciudad que elijas. Es importante dedicar un poco de tiempo a esto porque si vas a cambiar de instalación tienes que hacerlo con todas las variables que conforman tus condiciones de confort encima de la mesa.
