Esta semana, el Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón ha participado activamente en las Jornadas de Sanidad Forestal llevadas a cabo en el Valle del Aure (Francia) y en el Valle de Bielsa, como parte del programa europeo FORESPIR. En un esfuerzo conjunto, más de 40 personas representantes de diversas entidades, incluyendo a Aragón, el País Vasco, Navarra y Cataluña, se reunieron para compartir experiencias y discutir posibilidades de gestión en el ámbito de la sanidad forestal.
FORESPIR, una agrupación franco-española-andorrana establecida en 1999, tiene como objetivo mejorar y aumentar la producción sostenible de productos forestales, madera y materiales derivados. Su misión abarca contribuir al mantenimiento y desarrollo de funciones económicas, ecológicas y sociales de los bosques pirenaicos.
Ana Oliván, directora de la dirección general de Gestión Forestal, quien participó activamente en estas jornadas, destacó la importancia del intercambio de conocimientos en el contexto actual de cambio climático. Subrayó que es fundamental buscar soluciones que permitan la adaptación de las masas forestales, haciéndolas más resistentes y resilientes.
El aumento de las temperaturas, la escasez de precipitaciones y el desigual reparto a lo largo del año son factores negativos que afectan las condiciones de la vegetación. Este estrés debilita a los árboles, haciéndolos más vulnerables a plagas y enfermedades. En este sentido, Oliván resaltó la necesidad de una gestión forestal que mitigue estos efectos, permitiendo que las masas forestales se adapten al nuevo escenario.
La gestión forestal, según Oliván, desempeña un papel crucial en la resistencia y vitalidad de las masas forestales. Es una labor compleja que requiere planificación y seguimiento. Además, subrayó la importancia de la colaboración y el intercambio de experiencias entre expertos para anticiparse a problemas y diseñar estrategias eficaces.
Oliván también hizo hincapié en la transversalidad de los problemas sanitarios forestales, destacando la necesidad de que los expertos estén al tanto de los desafíos que enfrentan sus homólogos en regiones vecinas.
Como resultado de esta colaboración, los principales actores pirenaicos en sanidad forestal, a través de FORESPIR, proponen a la Unión Europea un nuevo proyecto de tres años, SANA SILVA. Este proyecto tiene como objetivo desarrollar un mecanismo transfronterizo de alerta temprana de plagas y enfermedades, fortalecer diagnósticos conjuntos y compartir experiencias para gestionar de manera efectiva los bosques en situaciones desafiantes. En última instancia, este esfuerzo conjunto demuestra la importancia de la cooperación internacional en la preservación de nuestros valiosos recursos forestales.
