El plan prevé una inversión de 25 millones de euros a partir de 2025 para aliviar a los ayuntamientos de una gestión difícil de asumir.
El Instituto Aragonés del Agua (IAA) asumirá la construcción y gestión de las depuradoras pendientes en los municipios aragoneses con menos de 1.000 habitantes, según ha anunciado su director gerente, Luis Estaún, en las Cortes de Aragón. Con esta medida, los pequeños ayuntamientos quedarán liberados de una carga económica que, hasta ahora, les resultaba complicada de afrontar por sus limitados recursos.
La iniciativa contará con una inversión inicial de 25 millones de euros, prevista para comenzar en 2025. Los trabajos, aún por definir, se centrarán en solucionar los retrasos que acumulaban las convocatorias de subvenciones desde 2019. Estas subvenciones ya habían comprometido 25 millones de euros, pero enfrentaban demoras significativas debido a los desfases económicos en las obras.
Actualmente, Aragón depura el 91,4% de su carga contaminante, lo que beneficia al 93,9% de su población censada. Sin embargo, los pequeños municipios, que generan solo el 6,5% de la carga contaminante de la región, enfrentan un gran desafío debido a la dispersión geográfica de la comunidad.
El nuevo modelo de gestión se alinea con una proposición no de ley de las Cortes de Aragón y busca cumplir con los objetivos marcados por la Declaración de Interés General del Gobierno de España, especialmente en los valles pirenaicos.
El Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración 2022-2027 destinará un total de 104 millones de euros: 78,6 millones para municipios de más de 1.000 habitantes y 25 millones para los de menor tamaño. Además, se realizarán inversiones adicionales de 33 millones de euros para núcleos de entre 30 y 1.000 habitantes.
Con estas inversiones, Aragón estará en condiciones de cumplir, incluso antes de lo previsto, con la nueva Directiva de Depuración de Aguas Residuales de la Comisión Europea, que exige depurar núcleos de hasta 1.000 habitantes equivalentes antes de 2035. El objetivo regional es alcanzar esta meta en 2027, reafirmando el compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad.