Cuarenta años de la revista El Víbora, recopilados en una exposición en el Centro de Historias

0
  • Más de cuarenta años han pasado desde que los quioscos de toda España pusieron a la venta el primer número de la revista alternativa El Víbora en diciembre de 1979. Ahora una exposición recoge las portadas y viñetas originales más llamativas en un recorrido que trasladará al espectador a la cultura underground y que se podrá ver hasta el próximo 18 de abril en el Centro de Historias.

  • La vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández, y el consejero de
    Participación y Relación con los Ciudadanos, Javier Rodrigo, han presentado este martes
    esta muestra, junto al director de Ediciones La Cúpula, Emilio Bernárdez, y el comisario de
    la misma, Rubén Lardín.

  • Bajo el título ‘El Víbora. Comix para supervivientes’, la exposición rescata las historietas
    de una revista mítica, que marcó a varias generaciones de la década de los ochenta y
    noventa, que desprendía contracultura y recuperaba el recuerdo clandestino de los fanzines
    vendidos bajo mano en los alrededores de Las Ramblas.

  • La muestra se centra en la primera etapa de la revista, en los inicios de la democracia,
    cuando Barcelona se erigió como el centro de la cultura underground que se había
    iniciado en los años sesenta del siglo XX en Estados Unidos.
    A través de 65 obras originales, documentos y una selección de portadas, el público
    descubrirá la originalidad y la potencia de creadores como Gallardo, Laura, Nazario, Mariscal, Martí, Max o Roger que, con sus viñetas transgresoras y un lenguaje nuevo, se
    rebelaron contra el orden establecido y la estética convencional. El universo de El Víbora está poblado de personajes marginales y subversivos. La muestra incluye también uno de los números más destacados de la revista, una edición extraordinaria que se hizo con
    motivo del golpe de estado del 23 de febrero de 1981 repleto de colaboraciones
  • internacionales.

  • A lo largo de veinticinco años, El Víbora no faltó a su cita con los quioscos con una
    periodicidad mensual hasta que desapareció en diciembre de 2004 con el descenso de las
    ventas de las publicaciones impresas. Durante ese tiempo, su trayectoria fue irregular, con
    éxitos y etapas de resistencia frente al declive del papel impreso, pero “siempre a la
    vanguardia gráfica y con un combate hacia lo establecido”.