El judoca aragonés Sergio Ibáñez, medalla de plata en el Grand Prix de Antalya en Turquía

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Fotografía: ONCE comunicación

Los judokas paralímpicos españoles siguen cosechando grandes éxitos en su camino hacia los Juegos Paralímpicos de París. En al Grand Prix de Antalya (Turquía), disputado entre lunes y martes, el aragonés Sergio Ibáñez se colgó la medalla de plata mientras que la vallisoletana Marta Arce y la madrileña María Manzanero se hicieron con la presea de bronce, confirmando su buen estado de forma.

Ibáñez comenzó su andadura enfrentándose al portugués Gonçalves al que venció por Ippon tras una espectacular llave. En segunda ronda se deshizo del alemán Nicholai Kornhass por Ippon, una victoria que el judoka español celebró con rabia porque suponía meterse en la final tras varios torneos internacionales en los que no pudo llegar a la lucha por las medallas.

En el último combate, Ibáñez se enfrentó al uzbeko Uchkun Kuranbaev, campeón paralímpico en Tokio 2020, con el que perdió tras un wazari. De esta forma el judoka aragonés volvió a conquistar una presea que le vale para obtener una buena puntuación de cara a confirmar su presencia en los Juegos de París.

Por su parte, Marta Arce confirmó su excelente momento de forma al colgarse la medalla de bronce, que conquistó a través de la repesca al igual que sucedió en el último campeonato disputado en Heidelberg (Alemania) hace mes y medio. La vallisoletana comenzó perdiendo su primer combate ante otra veterana judoka, la alemana Ramona Brussig, doble campeona paralímpica.

A pesar de la derrota inicial, Arce pudo disputar la repesca donde se deshizo en el combate final por la medalla de bronce de la japonesa Kudo, rival que no se lo puso fácil y a la que venció por Ippon, llevándose la presea y una buena suma de puntos en su carrera por acceder a sus quintos Juegos Paralímpicos.

En la categoría J1 -57Kg participó la joven judoka madrileña María Manzanero quien comenzó su camino en la competición venciendo a la uzbeka Amrieva por Ippon. En segunda ronda cayó frente a la china Yijie Shi tras una inmovilización.

En la repesca, Manzanero venció en su primer combate a Tlekkabyl tras un Ippon y en la lucha por la medalla, se deshizo también por Ippon de la moldava Iulia Cernei a la que dominó de principio a fin.

En Antalya también participó el madrileño Daniel Gavilán quien no pudo pasar del primer combate tras caer derrotado ante el georgiano Zurabiani en el punto de oro.

La próxima cita internacional para los judokas de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) tendrán lugar en mayo en Tiblisi (Georgia), donde se repartirán los últimos puntos necesarios para confirmar la presencia en los Juegos Paralímpicos de París.

El judo, un deporte con mínimas adaptaciones

El judo es uno de los deportes con menos modificaciones para personas ciegas y sólo es preciso que los combates se inicien con los dos deportistas agarrados. Si se sueltan, el árbitro para con el objetivo de que vuelvan a cogerse.

Actualmente, existen dos categorías de competición, J1 (ciegos) y J2 (discapacidad visual) con mínimas modificaciones entre ellas como el acceso con asistencia al tatami o en cuanto al indicativo de la vestimenta.

Con esta nueva normativa, aprobada tras los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, los judokas J1 y J2 no compiten entre ellos a menos que no haya suficientes participantes, por lo que bajo mutuo acuerdo, pueden hacerlo.

Existen también, algunas otras modificaciones, relativas a la forma de transmitir por parte de los árbitros a los deportistas las señales, ya que no lo podrán hacer por gestos, tal y como se hace habitualmente. Además, en este deporte existe una alta participación de personas con sordoceguera, por lo que la forma de darles los avisos también está adaptada al tacto y recogida en el reglamento.