La Romareda presenció otra noche de frustración para el Real Zaragoza, que dejó escapar un triunfo clave en los últimos minutos frente al Sporting de Gijón. Un tanto de Jonathan Dubasin en el descuento privó a los blanquillos de tres puntos que parecían asegurados tras el gol de Mario Soberón al inicio del segundo tiempo.
Un arranque sin brillo y con imprecisiones
El partido comenzó con mucha prudencia por parte de ambos conjuntos, con un Zaragoza que intentaba hacerse con el dominio del balón sin demasiada claridad en ataque. Francho Serrano y Adrián Liso trataron de encontrar espacios en la defensa asturiana, pero el Sporting se mostró bien plantado.
Las ocasiones no abundaron en la primera mitad, aunque Pau Sans y Dani Gómez tuvieron acercamientos que obligaron a intervenir a Rubén Yáñez. Por su parte, el Sporting buscó sorprender a la contra con Dubasin y Gelabert, pero sin éxito. Con pocas llegadas peligrosas y sin un dominador claro, el partido llegó al descanso con el 0-0 en el marcador.
Soberón desata la ilusión… hasta el minuto final
Nada más reanudarse el encuentro, el Real Zaragoza salió con una marcha más. Dani Tasende, muy activo en la banda, puso un centro medido al área que Mario Soberón transformó con un remate certero a la escuadra derecha (50’). El tanto encendió a la afición zaragocista, que veía cómo su equipo se adelantaba y tomaba las riendas del encuentro.
El Sporting, obligado a reaccionar, adelantó líneas y empezó a generar peligro, aunque el Zaragoza se defendió con solidez. Aketxe, que entró en la segunda mitad, tuvo el 2-0 en un remate desde fuera del área que rozó el larguero. Alberto Marí también tuvo su oportunidad, pero su cabezazo se marchó alto por muy poco.
Cuando el partido parecía controlado, llegó el jarro de agua fría. En el tiempo añadido (90’), Víctor Campuzano bajó un balón en el área y Dubasin, con un derechazo imparable, batió a Joan Femenías y puso el 1-1 definitivo.
