La Romareda, sin público, pierde su magia

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En los dos primeros partidos disputados en el estadio de La Romareda tras la reanudación de LaLiga SmartBank se ha puesto de manifiesto un hándicap para el Real Zaragoza, así como para el resto de los equipos de la categoría: la ausencia de afición blanquilla. En un tipo de fútbol distinto al de antes del parón, los zaragocistas se han visto perjudicados con un municipal vacío, donde antes más de 25.000 gargantas rujían cada fin de semana desde las gradas.

Con la identidad propositiva y ofensiva del Real Zaragoza, aumentada cuando parte de local, los rivales que han pasado por La Romareda tras la vuelta de la liga -Alcorcón y Almería- han aprovechado para defenderse y salir al contraataque. 55% de posesión ante el cuadro madrileño y 68% contra el Almería no se han traducido en resultados positivos, y la falta de calor de los seguidores blanquillos ha acentuado las dificultades sobre el terreno de juego.

“Es muy difícil jugar como local; es otro tipo de fútbol, es muy complicado remontar sin el aliento de tus seguidores”, ha señalado Víctor Fernández en sala de prensa tras la conclusión del choque.

Los de Fernández han continuado peleando y remando hasta el final en la búsqueda de una diana que les metiese en el duelo, aunque, acostumbrados a la fuerza transmitida por la afición en cada acción, que les empujaba en los momentos más difíciles, el escenario no es, evidentemente, el mismo.

Solo queda corregir errores y adaptarse a este nuevo tipo de fútbol en casa. Uno en el que el Real Zaragoza es uno de los grandes perjudicados. “Tenemos que intentar adaptarnos mejor y minimizar el hecho que supone jugar como local para sacar resultados más positivos”, ha explicado el técnico zaragozano. Porque los zaragocistas deben recuperar su dinámica positiva en La Romareda.