El Ayuntamiento de Zaragoza se une al centenario del nacimiemto de la artista Luisa Granero, una de las escultoras españolas más destacadas del siglo XX, con la exposición titulada “Luisa Granero. La fuerza de una mujer”, que podrá contemplarse desde el 18 de enero y hasta el 7 de abril en la sala de exposiciones del Museo Pablo Gargallo (Plaza San Felipe, 3).
El visitante descubrirá una escultora que luchó en un mundo masculino, donde una mujer no tenía cabida. En sus obras destaca la representación de la figura femenina, predominando el tema de la maternidad y el desnudo femenino, mujeres rotundas y poderosas, que emanan fuerza, pasión y honestidad. Su lenguaje plástico elimina todo elemento innecesario, consiguiendo esculturas donde transmiten desde su interior la sencillez, la vida cotidiana, la simplicidad de formas el equilibrio y la sensualidad. Su escultura nos transmite una sensibilidad hacia el Mediterráneo y nos recuerda las influencias de tres escultores como son Manolo Hugué, Auguste Maillol y Josep Clarà, los dos últimos noucentistas.
Luisa Granero nació en 1924, y desde muy joven supo que la escultura era su pasión. La posguerra representa la determinación y fuerza de una artista que luchó por su vocación.
Hay que recordar que es la autora de una de las obras de arte público más emblemáticas de nuestra ciudad, Fuente de las Aguadoras (1980), ubicada a la entrada del barrio de Las Fuentes, y estuvo casada con el escultor Enrique Galcerà, autor de la escultura pública de Zaragoza La Siesta.
Comisariada por Enric Galcerà, hijo de Luisa Granero, y Anna Llauradó, la muestra traza un recorrido por secuencias de su vida y obra, mostrando no sólo una mujer fuerte con una técnica escultórica magistral sino la importancia de ser la primera mujer catedrática de Escultura en España. La exposición se divide en tres ámbitos que relatan temáticamente su vida y obra.