El Almería, tercero en la clasificación a cinco y siete puntos de los puestos de ascenso directo a Primera División, no renuncia, a falta de nueve jornadas, a recuperar una de las posiciones que conducen por la vía rápida a la máxima categoría del fútbol español. Tras la derrota frente al Rayo, el pasado viernes, José Gomes subrayó que lo van a dar todo hasta el final por subir de manera directa, afirmación ratificada posteriormente por Samú Costa en nombre de sus compañeros.
Para ello el Almería busca volver a reivindicarse en el campeonato después de haber sumado cinco de los últimos quince puntos en juego, un balance discreto para sus aspiraciones que se ha producido tras alcanzar la segunda plaza ganando en Girona los primeros días de marzo. Un mes después la situación es más complicada, pero hay margen por delante para reaccionar.
Y el Almería trabaja para ello en una semana larga, muy larga, que culminará el domingo en la Romareda frente a un Real Zaragoza que cotiza al alza desde la llegada de su nuevo entrenador, Juan Ignacio Martínez, ex rojiblanco. El conjunto almeriense ya no depende de sí mismo para alcanzar el ascenso directo, pero sabe que si hace bien los deberes, lo puede conseguir. Y ello pasa por vencer en Zaragoza antes de recibir en casa al Espanyol, líder de la Liga SmartBank. La cita maña será complicada, pero el Almería está entrenando para llegar con las máximas garantías a La Romareda.
Este jueves ha entrenado a puerta cerrada en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, donde ha realizado un ensayo para el partido del domingo. Este viernes los rojiblancos se ejercitarán en el Anexo y el sábado, antes de viajar a Zaragoza, se volverán a encerrar en el Mediterráneo.
Ivanildo y Morlanes son bajas por sanción, mientras que Makaridze vuelve al haber cumplido su suspensión por acumulación de amonestaciones.