Desde la llegada de Julio Velázquez, son varios los futbolistas que han conseguido demostrar un rendimiento superior al reflejado con el antiguo míster, Fran Escribá. Es el caso de Toni Moya, Marc Aguado o el propio Santiago Mouriño, quien en los últimos dos encuentros ha disputado la totalidad de los minutos acompañando a Alejandro Francés y Jair Amador en el centro de la zaga. En un sistema de tres centrales, siendo el posicionado en la derecha, el uruguayo ha demostrado una mejor versión que la vista en anteriores jornadas y ha dotado a la defensa de una seguridad en los duelos que antes no se había visto. A pesar de tener todavía margen de mejora a nivel técnico, sobre todo en la salida de balón, lejos ha quedado ese nerviosismo que demostrada el joven defensor y las imprecisiones que le condenaron en los primeros choques, sobre todo ante el Racing de Santander donde entre él y Aguado generaron la pérdida que provocó el gol del conjunto cántabro.
Cabe recordar que se trata de su primera experiencia en Europa después de haber sido fichado por el Atlético de Madrid. La cesión, efectuada para esta temporada 23/24, se presentaba para Mouriño como una oportunidad de seguir creciendo en España y en la Segunda División, y lo cierto es que su rendimiento está en estos momentos en fase ascendente. En el caso de que Velázquez, ante la SD Amorebieta, siga apostando por el esquema de tres centrales, no cabe duda de que Mouriño debería ser uno de los que formasen parte del once titular. Además, cabe destacar que ha aprovechado la ausencia de Lluís López para hacerse con este puesto, ya que el central catalán estuvo dos encuentros sancionado tras ser expulsado ante la SD Huesca por protestas desde el banquillo.