Teresa Perales en el curso Maestros del Deporte: “Odiaba el agua con toda mi alma cuando era pequeña”,

0
Teresa Perales en el curso Maestros del Deporte/Fotografía: Maestros del Deporte

La leyenda del deporte paralímpico español, Teresa Perales, se convierte en profesora
particular en Maestros del Deporte. A los 19 años Teresa Perales se quedó sin movilidad en sus piernas, pero supo entender que se abría otra puerta en su vida. Se tiró por primera vez a una piscina con un flotador y ha acabado conquistando 27 medallas olímpicas en natación. Las claves de su éxito son: la superación, la gestión de sus emociones o su preparación física entre otras.


“Me he caído tantas veces y me he levantado tantas veces, que tengo un
montón de herramientas para poder enfrentarme a las piedras”


La mejor deportista paralímpica española de todos los tiempos, recientemente
galardonada con el Premio Princesa de Asturias del Deporte, se sincera en Maestros
del Deporte, y da las claves para seguir su ejemplo de superación. Teresa reconoce que es un ejemplo de resiliencia: “Me he caído tantas veces y me he levantado tantas
veces, que tengo un montón de herramientas para poder enfrentarme a las
piedras” explica la aragonesa. Sus inicios en la natación adaptada fueron cuanto menos peculiares: “Empecé a nadar de la forma más absurda e inesperada. Estaba de vacaciones con mi familia en un apartamento, había una piscina pequeñita y a mi
madre se le ocurrió comprarme un chaleco salvavidas por seguridad”. Aquel
momento cambió la vida de Teresa Perales por completo, aunque ella aún no era
consciente: “Nunca imaginé que aquel momento en el que yo me tiraba al agua con
un chaleco salvavidas podría ser el comienzo de una nueva etapa deportiva y una
etapa de vida”.


“Odiaba el agua con toda mi alma cuando era pequeña”


Lo curioso de esta historia es que, al contrario que otros deportistas de élite, Teresa
Perales nunca soñó con ser quién es, de pequeña no quería dedicarse a la natación:
“Odiaba el agua con toda mi alma cuando era pequeña”. Las etiquetas nunca fueron
buenas, y a Teresa le dijeron que no sería capaz de nadar en su vida, y le recomendaron otros deportes. Pero después de quedarse en silla de ruedas se reencontró con el agua y comenzó un idilio que aún hoy, 25 años después, sigue presente en su vida. La gestión de sus emociones ha sido una de las claves para que Teresa se haya convertido en la campeona a la que todos admiran en la actualidad. En los 14 capítulos de los que se compone su curso en Maestros del Deporte Teresa hace un repaso de los obstáculos que ha vivido, cómo los ha superado y sobre todo cómo gestiona sus emociones, pero también su tiempo, su motivación o su fuerza de voluntad. Teresa tiene claro que hay que soñar y pensar siempre a lo grande y no está mal perder el control de tu vida de vez en cuando: “Yo prefiero perder el control, prefiero que la vida me ofrezca retos, que no se lo que habrá mañana, quiero cogerlo con los brazos abiertos, sea lo que sea”.


Partiendo de su experiencia, Teresa Perales enseña también los trucos para gestionar
la soledad: “A mi me sirve el recuerdo de lo que viví y, desde el presente,
imaginarme lo que quiero vivir en el futuro”. De esta forma Teresa cultiva su
esperanza para que la soledad no le sobrepase y se convierta en algo negativo y que
pueda afectarle en su rendimiento en competición.


“He ganado medallas de oro y no lo he sentido un éxito, pero ha habido
veces en las que no he ganado medalla y lo he considerado un éxito”


Entre sus consejos, Teresa le pide a sus pupilos en esta plataforma que se lancen a por nuevos retos: “El camino fácil es aburrido, tírate a por los retos”. Teresa insiste
además en las creencias limitantes, que lejos de impedir su progresión, lograron motivar para seguir adelante con más fuerza: “Lo más importante es que no nos empeñemos en ponernos límites y que cuando alguien intenta plasmar en nosotros una creencia limitante, le demos la vuelta”.


Su forma de ver la vida, su positividad, y su capacidad para afrontar las adversidades la han convertido en una de las deportistas más queridas por todos, atletas, entrenadores y público. Pero han sido sus medallas y sus triunfos los que la han elevado al Olimpo. Sin embargo, Teresa resta importancia a las victorias, ya que su forma de medir el éxito y el fracaso es diferente: “He ganado medallas de oro en alguna competición y no lo he sentido un éxito, pero ha habido otras veces en las que he ganado plata o
bronce, o incluso no he ganado medalla y lo he considerado un éxito”.

“El miedo nos sirve como efecto trampolín, nos ayuda a enfrentarnos a la
competición dando lo mejor de nosotros mismos».


Como todo ser humano, Teresa ha sentido miedo en muchas ocasiones, pero su forma de afrontar la vida hace que convierta este sentimiento en algo positivo: “El miedo tiene la parte buena de que nos sirve como efecto trampolín, nos ayuda a subir la adrenalina y a enfrentarnos a la competición dando lo mejor de nosotros mismos»
Para una atleta de alto rendimiento, la preparación física es fundamental. La
discapacidad nunca ha sido una limitación para Teresa que prepara su cuerpo para
llegar a las competiciones al 100% con ejercicios de hipoxia intermitente. Su aparato de hipoxia le permite subir hasta 9.000 metros de altura y experimentar el ejercicio en altura sin tener que desplazarse desde su lugar de entrenamiento.
Teresa Perales no se deja nada en el tintero y explica sus rutinas, sus manías, cómo
gestiona su tiempo con calendarios, la conciliación familiar, cómo gestiona los cambios, todo en Maestros del Deporte.