Ibercaja pone desde hoy a disposición de sus clientes autónomos, pymes y empresas una línea especial de financiación cuya finalidad es atender sus necesidades de liquidez y ayudarles a abordar la situación económica derivada de la crisis sanitaria creada por el COVID-19. La Entidad responde así a su firme compromiso de apoyo a sus clientes, que se refuerza todavía más en las actuales circunstancias.
La finalidad de los préstamos es ayudar a las empresas al mantenimiento del empleo, atender los pagos de salarios, a proveedores y suministros y las necesidades de capital circulante que puedan tener para el cumplimento de alquileres y obligaciones tributarias y financieras.
Para ello, Ibercaja ha habilitado dos modalidades de financiación. La primera de ellas es un préstamo a un año, con liquidación de intereses trimestral o semestral y amortización de la totalidad del importe a su vencimiento; y la segunda es un préstamo a 3 o 5 años, que incluye hasta un año de carencia, con amortización de principal e intereses mensual, trimestral o anual.
La medida se enmarca en el Real Decreto 8/2020 de 17 de marzo que pone en marcha una línea de avales de 100.000 millones de euros por cuenta del Estado a la financiación concedida por las entidades para atender las necesidades de liquidez de los autónomos, pymes y empresas, que será gestionada a través del ICO.
Esta línea de actuación se suma a otras que la Entidad está llevando a cabo durante las últimas semanas, dirigidas a clientes particulares para aliviar el impacto de la expansión del Covid-19, como el anticipo del abono de las pensiones de la Seguridad Social a sus clientes con esta prestación domiciliada, la exención de comisiones por la retirada de efectivo en los cajeros automáticos de otras entidades financieras de CECA, el adelanto del ingreso de la prestación por desempleo o la aplicación de la moratoria hipotecaria.
De la misma manera que ha ido proporcionando a sus clientes particulares distintas soluciones para contribuir a aliviar esta situación sobrevenida, Ibercaja dará respuesta al tejido empresarial incorporando nuevas respuestas o adaptando productos y servicios a esta situación excepcional.
Con este mismo objetivo, Ibercaja ha reducido también el plazo de pago a sus proveedores autónomos y pequeña y mediana empresa a un máximo de 30 días, manteniéndose el plazo de pago habitual para aquellos proveedores que ya tuvieran un plazo de pago inferior al mes.