La solidez defensiva y la eficacia en ataque, el dominio de las áreas, son las bases sobre las que se asientan los valores de un equipo que aspira a ubicarse en la parte alta de la tabla. La puerta a cero garantiza al menos puntuar y resulta clave como trampolín para consolidar una victoria. Sin embargo, no es lo mismo garantizar un punto –el empate-, que sellar los tres –y una victoria-. El Real Zaragoza ha sabido sacar un enorme partido en los encuentros en los que ha sellado la portería.
El conjunto de Víctor Fernández ha sellado su trayectoria sobre el equilibrio que le brinda la defensa y el ataque. No en vano, es el segundo equipo con más goles a favor -45 frente a los 51 del Almería- y el tercero menos goleado -30 goles, mejorados por el Cádiz con 29 y el Málaga con 27-.
Y es valor de esa contundencia la que garantiza su segundo puesto en la clasificación. Porque, además, la escuadra blanquilla ha cerrado su portería en 13 ocasiones en los 31 partidos disputados en el actual Campeonato. De ellos 11 han servido para sumar los 3 puntos y tan solo 2 se han cerrado con empate. De esta forma, se multiplica el valor de los encuentros con la puerta sellada.
Con la lleva echada en la puerta, el Real Zaragoza sumó victorias ante el Tenerife, en el despegue liguero, ante el Elche, en Alcorcón, en Soria, con el Numancia, y ante Las Palmas. Después de un bajón de resultados, los Víctor Fernández volvieron a sacar partido a su solidez defensiva ante el Rayo, Racing, Sporting, Las Palmas y ante el Numancia, esta vez en La Romareda, y el Málaga en La Rosaleda.
Además, cosechó dos empates a cero, ambos en La Romareda, ante el Lugo y el Fuenlabrada. Y así, 35 de sus los 55 puntos del Real Zaragoza se asientan sobre la premisa de un sólido valor: el de la puerta cerrada.
