Reforzar el tejido productivo aragonés es tras el fortalecimiento de las políticas sociales el segundo gran eje reto para el Partido Popular en los presupuestos autonómicos para 2021. Una política económica que ayude a recuperar los 10.000 empleos perdidos durante los últimos siete meses, apoyar a una industria regional que ha conseguido resistir el impacto de la crisis, y una hacienda pública saneada son las tres claves planteadas esta mañana por los populares para recuperar Aragón a través de las cuentas públicas del próximo año.
ECONOMÍA PARA RECUPERAR LOS 10.000 EMPLEOS PERDIDOS
Aragón no es ajena a la destrucción de empleo al cierre de empresas y a la importante caída de la creación de riqueza que ha impactado de manera especialmente dura a España en comparación al resto de los países europeos, y por ello hace falta reactivar la economía regional con determinación. Es el mensaje que lanzó esta mañana el portavoz económico del Partido Popular en el Parlamento aragonés Javier Campoy para fijar las líneas principales que, a su juicio, debería contemplar el presupuesto autonómico para 2021. Y con un punto de partida, “sin empleo no hay políticas sociales, sin empleo no hay gobiernos, sin empleo no hay consejeros del Gobierno de Aragón, ni de economía ni ningún otro”.
Respaldo presupuestario decidido para mantener la salud de una zona crítica de la economía aragonesa, destacó, “hace falta claramente un plan especial de sostenibilidad para autónomos, para pymes y para pequeñas empresas familiares. En Aragón el 95% de las empresas tienen menos de diez trabajadores. A estas es a las que debemos ayudar, a estas es a las que debemos subvencionar y estas son las que debemos sostener para que sigan siendo el motor económico de Aragón”. Además, consideró obligado para el año próximo aumentar las consignaciones para la internacionalización empresarial, también estimó necesario la ampliación de la cobertura de seguridad y salud en el trabajo así como un plan de contratación específico para jóvenes, mujeres y medio rural entre otras medidas.
Por último, destacó Javier Campoy, las políticas activas y la formación para el empleo como herramientas para generar de puestos de trabajo que se mantengan en el tiempo, “por lo que respecta al INAEM que tiene que ser una palanca necesaria para la recuperación en Aragón y para el sostenimiento en estos momentos todavía de la época covid, haría falta una estrategia aragonesa de economía social, un plan especial para las olvidadas cooperativas, para las sociedades laborales y para los centros especiales de empleo”.
APOYO DECIDIDO A LA INDUSTRIA REGIONAL
“Nuestra apuesta va a consistir en relanzar las medidas referidas a la industria contenidas en la Estrategia Aragonesa de Recuperación”, destacó Sebastián Cotín para centrar los planteamientos del Partido Popular al Gobierno aragonés de cara al ejercicio presupuestario 2021. El problema, como señaló el portavoz popular de Industria, es que en esta área queda todo por hacer, “el panorama es desolador. Había medidas importantísimas en la Estrategia y el Departamento no ha hecho nada por impulsarlas”.
En consecuencia las prioridades políticas de los populares son la activación del denominado fondo de reconstrucción digital para pymes, desplegar la digitalización, reforzar la autonomía estratégica industrial de Aragón, fomentar nuevas competencias en la industria a través de la colaboración público–privada para desarrollar las tecnologías clave y estratégicas para el futuro, un plan urgente para reindustrializar la provincia de Teruel con las necesidades de inversión, sectores a implantar, impacto en el empleo y nuevas infraestructuras necesarias, y el diálogo con las Cámaras de Comercio para diseñar y poner en marcha un plan sobre la reestructuración y localización de empresas industriales, del comercio y el turismo.
El objetivo es, como señaló Contín “mejorar la productividad del tejido industrial de las pymes, que sea un sector competitivo para generar empleo, con un entorno institucional seguro y predecible, trabajadores cualificados y formación adaptada a la demanda”, lo que significa cerrar la actual etapa donde lo que ha primado ha sido la escasez de recursos del Departamento de Industria, la menguada ejecución presupuestaria que no llegó al 20% en los seis primeros meses del año 2020 y, por lo tanto, una paralización generalizada de buena parte de los proyectos.
UNA HACIENDA SANEADA Y FISCALIDAD FAVORABLE
La sostenibilidad de la hacienda pública aragonesa, que actualmente soporta fuertes tensiones debido al aumento de gastos y la disminución de ingresos es crucial para la ejecución del resto de las políticas del Gobierno aragonés. Pero también lo es, como precisó Carmen Susín al establecer las prioridades políticas del Partido Popular, no confundir los objetivos del próximo ejercicio presupuestario, “Aragón va a recibir una gran cantidad de recursos en el año 2021 y el 2022, tanto a través de fondos extraordinarios como de entregas a cuenta, que deben ir destinados únicamente a las personas, a las familias, a los autónomos, a los emprendedores, en definitiva al tejido productivo aragonés” puesto que como señaló, son los que directamente sufren las consecuencias de la pandemia, “estos fondos no vienen a rescatar al señor Lambán, estos fondos vienen a rescatar a los aragoneses”.
Y es que el actual Ejecutivo arrastra un déficit de 300 millones del año 2019 y además ha incrementado la deuda pública por encima de los 8.500 millones de euros lo que aconseja, insistió la portavoz popular de Hacienda, no superar la cifra del 2’2% de déficit sugerido por el Gobierno de España pero con el compromiso de mantener la calidad de los servicios públicos básicos que presta la Administración autonómica, y todo ello sin que estas obligaciones sean la excusa para “hipotecar futuras generaciones y futuras legislaturas a través del endeudamiento”, porque como recordó “todos esos recursos extraordinarios son un préstamo que los aragoneses tendrán que devolver y que no puede lastrar ni la salida de esta crisis ni el legado de las generaciones futuras”. Otro aspecto destacado que debe integrar el proyecto presupuestario del Gobierno aragonés para 2021, apuntó Susín, es adaptar la fiscalidad a las circunstancias de dificultades que actualmente atraviesan familias y empresas, “ya que el gasto en el veintiuno y el veintidós vendrá compensado por esos ingresos extraordinarios, plantearemos medidas que sin lastrar las arcas autonómicas y su sostenibilidad permitan aliviar la carga fiscal sobre familias, sobre autónomos
