El SEPRONA de la Guardia Civil de Caspe investiga a una persona por un delito de maltrato animal

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El perro que adoptó el investigado en 2019 fue localizado en Utebo a finales de octubre de este año y presentaba heridas ulceradas, falta de nutrición y aspecto deplorable. Según su manifestación el can desapareció de su domicilio hace 15 días pero no presentó denuncia por ello, despreocupándose del estado en que pudiera encontrarse


El SEPRONA de la Guardia Civil de Caspe ha llevado a cabo una investigación que ha finalizado con la investigación del propietario de un can por un presunto delito de maltrato animal, tras ser localizado en la calle en un estado deplorable, con heridas infectadas y falta de nutrición.

El día 29 de octubre se interpuso una denuncia ante el SEPRONA de Caspe por parte de una persona que comunicaba que en diciembre del pasado año realizó un contrato de adopción de un can que era de su propiedad a un vecino de Zaragoza, el cual tal se iba a hacer cargo de este perro de raza Dogo de Burdeos. Igualmente informaba en su denuncia que la tarde del pasado 28 de octubre recibió un mensaje en su teléfono móvil de una asociación de animales informándole que habían localizado a su mascota. Tras ver dicho mensaje el denunciante llamó a la asociación y le comentaron que su can había sido localizado por un vecino de Utebo y presentaba una herida abierta en una de sus patas, su aspecto era descuidado y tenía unos bultos en el cuerpo. A pesar de que dicho perro ya no era de su propiedad, este señor se trasladó a la asociación y se hizo cargo del mismo, llevándolo a un veterinario para hacerle una exploración y tratarle de las heridas que presentaba, confirmándose que el animal presentaba heridas ulceradas e infectadas que comprometían la viabilidad de una de sus patas e incluso su vida por la infección existente.


Además se observaban gran número de nódulos repartidos por todo el cuerpo que precisaron la extirpación de dos de ellos mediante sedación y fueron enviados a laboratorio para su análisis. A todo ello se sumaba la falta de nutrición del perro y un aspecto general deplorable.


Con toda la información aportada por el denunciante el SEPRONA inició una investigación en la que se pudo determinar que la persona que había adoptado el animal no cambió la titularidad del microchip que presentaba el perro. Tras ponerse en contacto con la familia adoptiva ésta comunicó que el can había desaparecido de casa hacía unos 15 días pero, a pesar de ello, no lo comunicaron a ningún organismo ni presentaron denuncia por dichos hechos, despreocupándose de la situación en la que pudiera hallarse su perro. Una vez tomada manifestación al propietario actual del can el SEPRONA procedió a investigar, el sábado 14 de noviembre, a este vecino de Zaragoza por un presunto delito de maltrato animal.

A pesar de la asistencia veterinaria y tratamientos realizados, este Dogo de Burdeos tuvo que ser sacrificado debido a la patología y heridas que presentaba