En 2021 Aragón destinará 1.435 millones para pagar amortizaciones de préstamos y de deuda pública, la mayor cifra consignada hasta la fecha.
Más de 1.400 millones de euros tendrá que pagar el Gobierno aragonés durante 2021 para hacer frente a los préstamos suscritos y a la deuda pública de los últimos ejercicios. De hecho, en los seis últimos años el Gobierno de Aragón ha multiplicado por tres el dinero que anualmente tiene que destinar a abonar la amortización de los créditos que suscribe.
De los 519 millones anuales que saldó con las entidades bancarias o con el Estado en 2016 ha pasado a 1.435 este año según consta en la ley presupuestaria aprobada el pasado mes de diciembre, lo que significa que el actual Ejecutivo autonómico prácticamente ha triplicado el importe de las amortizaciones de préstamos y deuda pero sólo ha multiplicado por 1,4 el presupuesto que destina a la gestión de sus competencias como la educación, la sanidad o la asistencia social.
“PSOE, Podemos, CHA y PAR están hipotecando a los aragoneses en un doble sentido. Cada año tenemos que dedicar más dinero que el anterior a amortizar los préstamos, pero es que además hay una deuda que no para de crecer año tras año”, resumió la portavoz de Hacienda del Partido Popular en el Parlamento autonómico, Carmen Susín, que alertó de las consecuencias negativas que para el mantenimiento de la calidad de los servicios públicos y su sostenibilidad en los próximos dos o tres años ocasiona el modelo de gestión del cuatripartito, en gran parte basado en acumular deuda y diferirla al futuro.
Tal y como hiciera el pasado mes de noviembre, Carmen Susín volvió a pedir al Gobierno de Aragón “una estrategia concreta y detallada, un plan de respuesta para evitar que la deuda acabe por asfixiarnos en unos pocos años, para impedir que repitan el mismo error que ya cometieron PSOE y PAR hace una década, porque no es de recibo ni responsable dejar ese problema para que lo resuelvan los que vengan detrás, y eso precisamente es lo que está haciendo el Gobierno Lambán”, y reclamó “no caer en el espejismo de los tipos de interés baratos porque esa situación es artificial y acabará por volver a la realidad con préstamos cada vez más caros”.
Una deuda que crece y que “más pronto que tarde habrá que pagar y estoy hablando del año 2022 o 2023, y en esos años no tendremos ni recursos económicos extraordinarios del Gobierno de España como en 2020 ni tantos fondos extra de Europa como en 2021”. Y es que las previsiones del Ejecutivo aragonés indican que Aragón contará para este año con 216 millones procedentes del paquete financiero REACT-EU, pero solo 51 millones en 2022. “Éste es el escenario perverso diseñado por el Gobierno presidido por el PSOE, y los aragoneses tienen el derecho a saberlo. Deben saber que el PSOE nos lleva a diez años atrás cuando el Gobierno de coalición PSOE y PAR rebajaron 457 millones el presupuesto de 2011 respecto a 2010 porque ya no le salían las cuentas. Vamos camino de lo mismo”, aseguró la diputada.
Este crecimiento anual de las amortizaciones de préstamos junto con el incremento de la deuda financiera en 1.800 millones desde el año 2016, hasta alcanzar los 8.812 actuales, resulta contradictorio con el importante crecimiento registrado por la economía regional con datos positivos medios por encima del 2% durante ese periodo de tiempo, “se supone que el Gobierno aragonés ha tenido y tiene más dinero y además nada más llegar los socialistas a la DGA en 2015 subieron los impuestos, y por lo tanto tendría capacidad para mejorar la calidad de los servicios públicos y al mismo tiempo destinar una parte a reducir la abultada deuda que ha colocado a los aragoneses, y en lugar de eso los servicios públicos como la sanidad, la educación o la atención social no mejoran y la deuda no para de subir”, censuró la portavoz de Hacienda el Partido Popular.
