El Presidente de Aragón, Javier Lambán, promoverá un gran pacto por la sostenibilidad para reducir las emisiones difusas hasta un 40% en los próximos años. Así lo ha avanzado hoy al tiempo que se ha mantenido firme en su defensa del sector cárnico aragonés y en general, del sector primario, negando que en Aragón existan macrogranjas que pongan en entredicho el trato animal, la calidad de los productos cárnicos ni la afección medioambiental, gracias a la exigente normativa aragonesa que ha sido pionera además en el tratamiento de purines.
Precisamente, durante una visita a la planta industrial de elaborados cárnicos en La Mata de los Olmos, relanzada tras la fusión de Térvalis y Noel, Lambán ha defendido a ultranza el buen hacer y la calidad del sector primario y la agroindustria, y ha destacado el grado de compromiso de sus profesionales, de cuya mano quiere ir acompañado para avanzar en proyectos innovadores y pioneros que, como Térvalis, ya promueven algunos dirigidos al tratamiento de purines.
El presidente aragonés ha recordado, además, que en el Proyecto de Ley de Agricultura familiar –que actualmente se encuentra en las Cortes y podría entrar en vigor en 2022- se propone ya limitar la capacidad de las explotaciones para el resto de las especies, ya que actualmente no existe ningún límite.
La normativa aragonesa sobre purines es la más exigente de España y, además Aragón ha declarado “zonas saturadas” (11 municipios) donde ya no es posible instalar nuevas granjas ni ampliar las existentes. También ha prohibido las granjas en los espacios naturales protegidos y sus áreas de influencia (anteriormente no había una legislación que lo impidiera).
El pasado 30 de julio se publicó la Orden del Consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente por la que se modifica, al objeto de perfeccionarlo, el decreto de purines (Decreto 53/2019, de 26 de marzo) y con el propósito de garantizar el crecimiento sostenible del sector porcino y de la ganadería intensiva en general. El fin último es regular los criterios y el procedimiento administrativo para garantizar un uso eficiente de los purines como fertilizante, revistiendo especial relevancia el hecho de haberse establecido como norma general que para autorizar una nueva granja o la ampliación de una existente será necesario que el territorio inmediatamente próximo a la granja pueda asumir la producción del nitrógeno generado por la misma.
Con todo ello, y teniendo en cuenta la regulación también existente relativa a declaración de zonas saturadas, Aragón no sólo es la Comunidad Autónoma más exigente en términos objetivos en relación con la gestión de purines, sino la que ha configurado un marco regulatorio más claramente orientado al uso fertilizante de los purines en el contexto de la economía circular.
El tamaño máximo de las granjas porcinas está regulado sin que pueda superarse un determinado límite en función de la orientación productiva. En Aragón no existen granjas que supuren las 864 UGM (unidad ganadera mayor), esto es: 7.200 cebo, 2.500 cerdas con destete, 3.300 sin destete.
En Aragón, ha recordado también Lambán, se ha creado una FP dual (junto al clúster del porcino) orientada a proporcionar los profesionales especializados que requieren las granjas altamente tecnificadas y digitalizadas donde además es preciso atender a elevadas exigencias ambientales y de bienestar animal.