Santiago Morón, portavoz del grupo parlamentario VOX en las Cortes de Aragón ha comparecido en rueda de prensa. Lo ha hecho con motivo de la voladura de las torres de refrigeración de la central térmica de Andorra (Teruel).
«Con esta voladura se pone punto y final a una etapa de desarrollo económico en las Comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y la de Cuencas Mineras. Y, por extensión, de toda la provincia de Teruel.
Andorra supuso en su momento la imagen del desarrollo industrial en España. Y de la misma manera, se ha convertido en símbolo de la desindustrialización de la España interior. De la España vaciada. Del Aragón abandonado.
El alarmismo climático recogido en la Agenda 2030 y la Ley de cambio climático, que impide la utilización de nuestros propios recursos energéticos, que apoyan todos los partidos excepto VOX, ha llevado a nuestro país a una desindustrialización y a una pérdida de soberanía energética e industrial.
Un coste en políticas verdes, que lo acabamos pagando todos, pero especialmente los trabajadores» ha comenzado su intervención.
A día de hoy
Morón ha criticado el proceso de desmantelamiento de la Central Térmica de Andorra.
«Sin haber alcanzado un convenio de transición justa, Andorra ha perdido su principal fuente de ingresos y de empleo. Y la contaminación que dejó de emitir la Térmica en 2020 a la atmósfera, la emiten las centrales alemanas o las francesas que se están reabriendo. O las marroquíes, que nos venden la electricidad que a día de hoy España es incapaz de producir.
El grupo parlamentario VOX, desde su presencia en el Parlamento Aragonés en 2019, ha interpelado al Gobierno de Aragón sobre esta cuestión.
Preocupados por la incertidumbre generada, en octubre de 2019, reclamamos al Consejero de Industria el compromiso de no autorizar el cierre de la central térmica de andorra sin el acuerdo de transición justa. Al que se había comprometido el Gobierno de España.
Planteamos, incluso, reconsiderar su cierre abordando inversiones en el área de desnitrificación. Y modernizando la planta de desulfuración. O valorar la posibilidad de reconvertir la instalación en una central térmica de ciclo combinado contando con el gas natural. Ya que el gasoducto de alta presión pasa por el polígono de Andorra y está conectado a la Red Nacional de Gasoductos. Todo ha sido en vano.
La falta de voluntad política del Gobierno de España y de Aragón en la búsqueda de alternativas, la llevaron a su cierre. Y hoy a su demolición definitiva.
