El Diputado Jorge Pueyo, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible, ha registrado una pregunta, a raíz de la polémica desatada en Aragón en relación con la práctica del helibike, en la que propone al Gobierno español abordar la prohibición de esta práctica deportiva para proteger el frágil territorio de alta montaña, como han hecho otros estados europeos como Francia o Alemania.
En los últimos años se ha extendido la práctica de una modalidad de turismo de aventura denominada helibike. Según se explica en los antecedentes de la pregunta parlamentaria, «desde hace cinco años la empresa Altitude Rides ofrece en el Pirineo aragonés el servicio de subir en helicóptero a aficionados a la BTT hasta la cima de las montañas para que puedan realizar desde allí un descenso en bicicleta. La actividad se ha venido ejerciendo principalmente en Punta Suelza, a casi 3.000 metros de altitud en el valle de Bielsa (comarca del Sobrarbe), así como en la Sierra Negra en el valle de Benasque (comarca de Ribagorza). Su práctica ha motivado la denuncia por parte de vecinos y de asociaciones ecologistas».
Jorge Pueyo repasa la no autorización por parte del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) en 2020, que acordó que se sometiera a evaluación de impacto ambiental ordinaria y que se llegó a proponer desde la administración autonómica una sanción a dicha empresa por infracción muy grave «por haber desarrollado una actividad sin autorización al no haber tramitado la declaración de impacto ambiental ordinaria previamente». La empresa recurrió la resolución del INAGA, que recientemente ha obtenido un fallo favorable del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Paradójicamente ahora se le ha abierto un expediente disciplinario a un agente de Protección de la Naturaleza por un presunto acoso a la citada empresa.
El Diputado de Sumar Aragón fundamenta su iniciativa en «las potenciales afecciones elevadas sobre el suelo, relieve e hidrología» y los posibles impactos en la vegetación natural, fauna, hábitats de interés comunitario y paisaje, en unas zonas de gran riqueza natural que se han convertido en un importante foco turístico. «No puede ignorarse que en la zona en la que se práctica el helibike habitan especies en peligro de extinción, como el quebrantahuesos, la perdiz nival o el urogallo, y que su época de cría, precisamente en verano, se ve perturbada por la llegada de los helicópteros», ha señalado Pueyo.
También recuerda que la empresa se ha amparado en la ausencia de legislación que prohíba dicha actividad, pues la regulación de los vuelos es una competencia estatal. En todo caso, el Real Decreto 1180/2018, por el que se desarrolla el Reglamento del aire y disposiciones operativas comunes para los servicios y procedimientos de navegación aérea, sí restringe los vuelos «para la protección medioambiental», específicamente en «parques nacionales y aquellos otros espacios naturales establecidos de conformidad con la normativa medioambiental aplicable» (art. 19).
Por todo ello, Pueyo concluye que «habría llegado el momento de abordar claramente en nuestra legislación la prohibición de la práctica del helibike, tal como han aprobado otros estados de nuestro entorno como Francia o Alemania». Y formula la pregunta en los siguientes términos: «¿Tiene previsto el Gobierno abordar la reforma legislativa necesaria para prohibir la práctica del helibike por el impacto que conlleva en el frágil territorio de alta montaña, como han hecho en otros estados europeos?».
