El Real Zaragoza se enfrentaba al FC Andorra en el encuentro correspondiente a la jornada 23 de la Liga Hypermotion. Un choque que debió disputarse en la noche de ayer, viernes, pero que debido a las condiciones meteorológicas y la gran nevada que cayó en Zaragoza se aplazaba a la tarde del sábado. Para el mismo, Julio Velázquez ponía en disposición el siguiente once: Edgar Badia, Fran Gámez, Mouriño, Lluís López, Francés, Mollejo, Francho Serrano, Marc Aguado, Toni Moya, Maikel Mesa e Iván Azón. Había dudas sobre el dibujo que iba a plantear el míster y, en el comienzo del partido, se vio ya de inicio un 5-3-2 con Mollejo siendo el carrilero zurdo e Iván Azón arriba.
La primera no tardaría en llegar, y sería para el FC Andorra. José Marsà disparaba desde la frontal y su tiro se marchaba levemente desviado. A ello respondería el Real Zaragoza en el 2’ con la oportunidad más clara hasta el momento. Mollejo ponía un envío perfecto al área e Iván Azón remataba para que Dani respondiese con una magnífica parada. El arranque de partido era otro con respecto a otros duelos, y el Real Zaragoza daba la sensación de haber salido muy metido al campo. Sobre todo por banda es por donde llegaban las mejores ocasiones. Al cuarto de hora, Fran Gámez alcanzaba un balón casi imposible y la intentaba poner al segundo palo sin éxito.
En el 18’, llegaría el segundo tiro a puerta del Real Zaragoza con peligro. Esta vez era Francho Serrano el que con un disparo por bajo intentaba superar al meta rival. Eso sí, Dani respondía con una buena parada abajo.
Poco más pasaría en los próximos quince minutos, con un Dani Martín que amasaba gran parte de la posesión del Andorra ralentizando el juego de una manera que llegab a desesperar a La Romareda, que respondía con pitos al juego del rival.
Precisamente, en una acción de este tipo llegaría el primer tanto del partido. El Real Zaragoza presionaba la salida de balón del Andorra y, tras encimar a un jugador del conjunto de Sarabia, Francho Serrano se quedaba con el esférico y batía por bajo a Dani Martín con un disparo colocado. De esta forma, se ponía el 1-0 en el marcador en La Romareda, con el que se llegaría al descanso.
Al inicio de la segunda, sin cambios, el Andorra avisaría de que esto no estaba acabado. Un remate de Scheidler lo solventaba Edgar Badia con una parada que mandaba el balón a córner.
En el 50’, llegaba la primera mala noticia. Marc Aguado no podía continuar y se tenía que retirar del terreno de juego. Su sustituito era Jaume Grau, que ya había calentado al final de la primera parte ante el golpe que se había llegado Aguado en la recuperación de la jugada del gol.
Posteriormente, Toni Moya vería la tarjeta amarilla por una dura entrada y, de esta forma, cumplirá ciclo ante la AD Alcorcón. Minutos después, también la vería Fran Gámez.
De hecho, Toni Moya sería el autor de la siguiente acción que acabaría en gol. El centrocampista le daba a la cruceta en una falta directa y Fran Gámez recogía el rechace para anotar de chilena el 2-0. La Romareda estallaba de emoción y es que hacía cuatro partidos que no podía celebrar una victoria de su equipo.
La fiesta continuaría con un tanto de Maikel Mesa, aunque en la asistencia, Santiago Mouriño estaba en fuera de juego y el gol quedaría anulado. Tras ello, Julio Velázquez realizaba un doble cambio. Maikel Mesa e Iván Azón eran sustituidos y en su lugar entraban Sergi Enrich y Manu Vallejo.
Los últimos 15 minutos pasarían sin mayores contratiempos para un Real Zaragoza que buscaba afianzar el marcador. Siete eran los minutos de añadido que se iba a jugar de forma extra en la segunda parte. En él, Velázquez agotaría los cambios. Mollejo y Toni Moya eran los últimos sustituidos por Lecoeuche y Alberto Vaquero. Con esto acabaría el partido, y con una ocasión de Francho Serrano que ganaba por pundonor en una gran carrera del canterano, en un duelo en el que el Real Zaragoza volvía a la senda de la victoria después de cuatro empates consecutivos. En cuanto al balance con el técnico salmantino, cabe destacar que son 2 victorias, 4 empates y solo una derrota en los siete encuentros dirigidos.
