Este lunes por la mañana la consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, ha visitado la residencia de mayores Sagrada Familia acompañada por la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna; la directora del centro, Reyes Álvarez, y el nuevo director provincial del IASS, Carlos Oliván. Allí Susín ha confirmado que esta misma semana van a iniciarse las obras para ampliar y reforzar el sistema de climatización del centro, regularizar la instalación eléctrica de baja tensión y mejorar la eficiencia energética de la iluminación del centro con tecnología LED. La inversión total será de 362.649,10 euros y el plazo de ejecución previsto es de 4 meses.
Este centro dependiente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales cuenta con 106 plazas disponibles, de las cuales están ocupadas 86, y otras 25 para estancias diurnas, todas ellas atendidas por cerca de un centenar de trabajadores. Las actuaciones que van a comenzar a partir del miércoles servirán para mejorar el confort climático de la residencia e incluyen tanto la sustitución de equipos que estaban averiados o presentaban un bajo rendimiento como la instalación de varios nuevos en espacios comunes, como los comedores o el centro de día.
La residencia Sagrada Familia es un edificio construido como hospital para pacientes de tuberculosis en la década de los 50 del siglo pasado que ha sido sometido a varias reformas: en los últimos años se han actualizado las redes de suministro o la fontanería, entre otras actuaciones. Además de las obras que van a comenzar esta semana, queda pendiente de licitación un segundo lote, que quedó desierto, para rehabilitar la segunda planta del centro por un importe de 610.477,76 euros. Etas actuaciones servirán para acondicionar el espacio de las unidades de convivencia, que se basan en un modelo de cuidados centrados en la atención a la persona con el que se pretende fomentar la autonomía de cada uno de los usuarios y que está previsto que se ocupen con una veintena de usuarios de la Sagrada Familia.
