El Real Zaragoza vive un momento delicado. La derrota en Almería (4-2) ha sido un nuevo golpe a una temporada que no termina de arrancar y que deja al conjunto aragonés como colista tras nueve jornadas. Una situación que no ha pasado desapercibida para los jugadores, como reconoció Francho Serrano tras el encuentro, asumiendo con claridad su responsabilidad y lanzando un mensaje de autocrítica.
“Sobre todo los primeros 60 minutos, no hemos sido capaces de plasmar lo que habíamos trabajado durante la semana. Se nos ha visto un equipo muy encerrado, súper amedrentado por el rival”, reconocía el centrocampista zaragocista. La falta de iniciativa, en contraste con la mejoría del equipo tras los goles encajados, fue evidente: “Cuando te llegan los dos golpes, hemos conseguido reponernos. Incluso hemos tenido ocasiones para empatar”, señaló. Sin embargo, cada intento de reacción fue contestado por otro mazazo del conjunto andaluz.
La situación en la tabla, ya insostenible, fue asumida sin paños calientes por el canterano: “No podemos mentir tampoco. Estamos donde estamos. La clasificación es objetiva y los puntos también. Toca hacer mucha autocrítica y seguir”. Lejos de escudarse en discursos vacíos, Francho apeló al compromiso del vestuario: “Sabemos lo que representamos. Intentaremos dar la vuelta a la situación con orgullo propio y sabiendo que tenemos a mucha gente detrás que nos apoya siempre”.
Sobre la figura del entrenador, Francho fue tajante: “No es culpa del entrenador. Es más culpa de los jugadores. Hemos vivido muchos cambios de técnicos y la situación no ha mejorado. Lo que se entrena no se plasma en el campo, y eso es cosa nuestra. Tenemos que mirarnos uno a uno y dar nuestra mejor versión”, reiteró, defendiendo a Gabi Fernández de forma clara.
El centrocampista, además, reflexionó con dureza sobre la repetición cíclica de estos momentos en el club: “El Zaragoza nunca se rinde. Pero siempre acabamos en este punto. Lo único positivo es que ha llegado antes, y eso también debe darnos fuerza para reaccionar a tiempo”.
También tuvo palabras de agradecimiento para la afición, con la que siente un vínculo especial. “La situación es límite. No estamos dando lo que merecen, pero ellos siguen con nosotros. Se quejan con razón, pero acaban aplaudiéndonos, y eso es lo más grande que tiene el Zaragoza”.
Francho simboliza la frustración de una plantilla que no encuentra respuestas, pero también la esperanza de un zaragocismo que, una vez más, sigue creyendo.
