El Ballet Nacional de España actúa mañana en el Palacio de Congresos de Zaragoza en una gala que forma parte del ciclo “Música para Goya. De salones, tonadillas y fandangos”, organizado por el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza con motivo del Año de Goya.
En “Invocación”, la compañía pública de danza española actualiza la esencia de la escuela bolera tradicional, además de rendir un homenaje a los grandes maestros que marcaron la línea a seguir de este estilo: Mariemma, Ángel Pericet y Antonio el Bailarín. El Ballet Nacional de España desarrollará un programa que ofrece una visión global de la Danza Española, abarcando la mayor parte de sus estilos, desde la escuela bolera a la danza estilizada y el flamenco estilizado. Incluye además un especial homenaje al bailarín y coreógrafo Mario Maya (1937-2008), uno de los grandes maestros de la Danza Española, quien, a pesar de ser uno de los creadores del Flamenco Teatro Andaluz con su estilo propio y único, no estaba hasta ahora incluido en el repertorio del Ballet Nacional de España.
Durante la presentación de la Gala, a la que han asistido la diputada de Cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza, Ros Cihuelo, y el director de la compañía, Rubén Olmo, el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Víctor Lucea, ha destacado el hecho de que el Ballet Nacional de España vuelva a Zaragoza después de quince años y lo haga, además, de la mano del director Ruben Olmo quien, en su trayectoria profesional, ha colaborado con las compañías de danza y artistas más importantes de España. El programa que la compañía interpretará en Zaragoza incluye una invocación bolera, y una coreografía puente entre la escuela bolera, la danza estilizada y el flamenco. Los bailarines interpretarán también Eterna Iberia, que fluye a través de cinco movimientos representados por números grupales donde el uso de la castañuela, la capa española y el sombrero cordobés, así como la técnica y la fuerza interpretativa de la danza estilizada se dan la mano. Este estilo de danza española también es conocido como danzas goyescas porque el vestuario, con pantalones por la rodilla para los bailarines y faldas de vuelo y redecillas en el pelo para las bailarinas, recuerda el de los personajes populares representados por Goya en sus cuadros. Los bailes boleros proceden asimismo del siglo XVIII, cuando eran danzas populares que se bailaban en romerías y verbenas. Con el tiempo se fueron complicando e incorporando técnicas del ballet clásico hasta llegar a los teatros de toda Europa en el siglo XIX. Actualmente, la escuela bolera es una de las disciplinas más difíciles de la danza española por la rapidez de sus pasos y la necesidad de dominar también las castañuelas o palillos. La música de Invocación bolera es una composición contemporánea original para esta pieza encargada por el Ballet Nacional de España al joven compositor y director de orquesta sevillano Manuel Busto. La grabación que se podrá disfrutar en Zaragoza es la realizada por la Orquesta de Extremadura bajo la dirección del propio compositor. El vestuario fue diseñado por Pedro Moreno para la obra del Ballet Nacional de España Fandango del Padre Soler en 1988 y ha sido adaptado por el propio diseñador para esta obra.
De la escuela bolera al flamenco
Invocación bolera está incluida en el programa Invocación, una visión global de la danza española, incluyendo la mayor parte de sus estilos, que el Ballet Nacional de España estrenó en marzo de 2019 en la clausura del Festival de Jerez. Tras la pausa obligada por el confinamiento, este programa ha viajado a Albacete, Pozuelo de Alarcón (Madrid) y Terrassa (Barcelona). “Es un programa muy completo en el que se puede disfrutar de un flamenco lleno de vida y de fuerza en el escenario, un ballet de la más pura danza estilizada y una de las escasas coreografías recientes de escuela bolera”, afirma Rubén Olmo. También de Rubén Olmo, con música de Manuel Busto, es Jauleña, un solo interpretado por el director del Ballet Nacional de España que entrelaza varios estilos de danza, con especial protagonismo del zapateado y la granaína. Completa la primera parte del espectáculo Eterna Iberia, de Antonio Najarro. Estrenada por el Ballet Nacional de España en 2019, se trata de una coreografía de danza estilizada que utiliza con brillantez elementos tradicionales de la danza española como la capa y el sombrero cordobés. La música fue compuesta originalmente por Manuel Moreno Buendía para el ballet Eterna Castilla, de Antonio Ruiz Soler, y editada posteriormente en forma de suite con el título Celtiberia. El sofisticado vestuario de Yaiza Pinillos representa la riqueza de nuestro territorio con la utilización de los colores azul, verde y granate para representar tres de nuestras riquezas: el mar, los olivos y el vino. El programa Invocación supone, además, la primera vez en su historia que la compañía pública incluye en su repertorio una coreografía de Mario Maya, bailaor, coreógrafo y maestro fallecido en 2008. Mario Maya es un referente en el mundo de la danza española por su genialidad y sensibilidad. Fue un pionero, autor de montajes arriesgados e innovadores y uno de los investigadores más incansables de nuestra época. El montaje de De lo flamenco que el Ballet Nacional de España representa añade al original de Mario Maya, Milagros Menjíbar y A. Rueda ‘Toná’ la coreografía Los cinco toreros de Manolo Marín y dos obras nuevas creadas por dos colaboradoras habituales de Mario Maya: Romance del emplazado, de Rafaela Carrasco, y Taranto, de Isabel Bayón. También han colaborado artistas que formaron parte del elenco original, desde el maestro repetidor Manuel Betanzos al músico Diego Carrasco. El vestuario es una réplica del original y ha sido pintado a mano por Juan Andrés Maya. El cuadro flamenco del Ballet Nacional de España, acompañados por tres cantaores invitados, interpretará en directo la música compuesta por Diego Carrasco, Jesús Torres, Moraíto Chico y Los del Río.
Acerca del Ballet Nacional de España
El Ballet Nacional de España (BNE) es la compañía pública referente de la danza española desde que se fundó en 1978 bajo el nombre de Ballet Nacional Español, con Antonio Gades como primer director. Forma parte de las unidades de producción del Instituto Nacional de la Artes Escénicas y de la Música (INAEM), perteneciente al Ministerio de Cultura y Deporte. La finalidad del BNE se centra en preservar, difundir y transmitir el rico patrimonio coreográfico español, recogiendo su pluralidad estilística y sus tradiciones, representadas por sus distintas formas: académica, estilizada, folclore, bolera y flamenco. Asimismo, trabaja para facilitar el acercamiento a nuevos públicos e impulsar su proyección nacional e internacional en un marco de plena autonomía artística y de creación. Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España Rubén Olmo, Premio Nacional de Danza 2015, se incorporó al Ballet Nacional de España en septiembre de 2019 con la intención de trabajar para la preservación, la difusión y la movilidad del repertorio tradicional de la Danza Española, incorporando además nuevas creaciones y abriendo las puertas a las vanguardias y la experimentación. Esta supone su segunda etapa en el BNE, compañía de la formó parte como bailarín entre 1998 y 2002.
Desde 2011 ejerció como director del Ballet Flamenco de Andalucía, institución dependiente de la Junta de Andalucía, con la que estrenó montajes propios como Llanto por Ignacio Sánchez Mejías o La muerte de un minotauro. Anteriormente, formó su propia compañía, para la que creó espectáculos como Érase una vez, Belmonte, Las tentaciones de Poe, Horas contigo, Naturalmente Flamenco y Diálogo de Navegante. También ha colaborado como coreógrafo o bailarín con figuras destacadas de la Danza Española como Aída Gómez, Antonio Najarro, Eva Yerbabuena, Víctor Ullate, Antonio Canales, Rafael Amargo, Isabel Bayón, Rafaela Carrasco y Aída Gómez.