El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, se ha comprometido a impulsar «de manera inmediata» la constitución de la mesa para «dar cumplimiento» al crecimiento salarial del 0,9 % a los empleados públicos de la administración autonómica. Así lo ha anunciado durante su intervención en la inauguración del octavo Congreso Regional de UGT Aragón, donde se darán a conocer las propuestas de trabajo para los próximos cuatro años, así como la nueva Comisión Ejecutiva Regional.
«Es un acto de pura justicia», ha remarcado durante su intervención el presidente, quien ha reconocido el esfuerzo que supondrá para la comunidad ante una «pendiente» reforma de la financiación autonómica. Tras admitir las dificultades presupuestarias para hacer frente a la prestación de servicios públicos que obligan a recurrir al endeudamiento de las arcas autonómicas, ha optado por no rehuir la responsabilidad, asegurando que “no vengo a llorar por la situación financiera de la comunidad” y aboga por actuar desde una administración “justa” con los trabajadores.
Este compromiso también se ha sumado al reconocimiento del sindicalismo de clase que representa UGT, una organización histórica que ha estado presente en los episodios más relevantes de los últimos 140 años de la historia de España y en la conquista de los más importantes derechos sociales y laborales y esto lo que le da aposento, fuerza e impulso para proyectarse hacia el futuro, porque “desarrolla a la perfección la misión histórica, su compromiso con el presente y su proyección hacia el futuro”. Además, ha reconocido el papel desarrollado por el sindicato, compatibilizando la defensa de los intereses de la clase trabajadora con un sentido de la responsabilidad y del compromiso hacia el interés general que, junto con el resto de organizaciones sindicales y empresariales se han convertido en un instrumento de atracción de inversiones y de fomento de la actividad económica de la comunidad.
Igualmente, ha reconocido el papel desempeñado y la actitud de la mesa del Diálgo Social, incluso antes de la pandemia, pero con especial sensibilidad durante la misma, convirtiéndose en “instrumento económico de primera magnitud” y así se plasma en la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Económica y Social.
Los agentes sociales son también, según Lambán, “fundamentales” para impulsar los fondos europeos, dirigidos a hacer la economía aragonesa más resiliente, digital y mejor adaptada a las exigencias del cambio climático, canalizando proyectos públicos y privados con un marchamo de calidad aragonesa, basada en la responsabilidad social, en los compromisos de formación de los trabajadores y del empleo que se genere como consecuencia de estos proyectos que pueden recibir financiación de los fondos europeos.
Al sindicalismo le ha pedido plantearse el futuro en términos más realistas y más exigentes. A juicio del presidente aragonés, el futuro de la democracia y del Estado de bienestar está íntimamente vinculado al sindicalismo de clase y cree que la tarea pendiente está en reconstruir el contrato social de la posguerra mundial que cimentó el gran proyecto de la Unión Europea y que se hizo trizas con el “golpe de muerte” asestado por las políticas de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Lambán sostiene que ese contrato “no se ha restablecido” y es la tarea pendiente.
En este sentido, se ha hecho eco de los argumentos de Antón Costas, que aboga por replantear las políticas de distribución (de reparto del valor añadido de las empresas), las políticas de redistribución (las políticas financiadas por los impuestos a través de los servicios públicos), y las políticas de predistrubución, que tienen que ver con la educación y que también se han desvinculado en las últimas décadas del proceso productivo y por eso “no son suficientemente eficientes” para hacer posible la creación de puestos de trabajo de calidad, nutridos por trabajadores preparados. «En esta tarea nos va la vida a todos los que creemos que Europa debe ser un proyecto ilusionante, con valores como la igualdad, la libertad y la justicia social», ha concluido Lambán.
