Este fin de semana, Ateca y Mequinenza se preparan para celebrar las festividades de San Blas con dos tradiciones únicas y arraigadas en la cultura local. La Máscara de Ateca, una de las tradiciones más singulares de la provincia de Zaragoza, regresará a las calles en un ritual que apenas ha cambiado en los últimos 125 años. Mientras tanto, en Mequinenza, los disfraces tomarán protagonismo durante las festividades de San Blas y Santa Águeda, ambas declaradas fiesta de interés turístico de Aragón.
En Ateca, la Máscara es el personaje central de las celebraciones de San Blas. Ataviada con un colorido traje de franjas verticales rojas y amarillas, gorro, cascabeles, un sable y una cobertera, la Máscara realiza apariciones esperadas durante los días 2 y 3 de febrero. La festividad, profundamente arraigada en la localidad, ha evolucionado a lo largo de los años, enfrentando tensiones históricas y adaptándose a nuevas costumbres. Los eventos incluyen la aparición de la Máscara en la plaza España, recorridos por distintas casas y locales, reparto de dulces y tabaco, y una hoguera nocturna con cantos tradicionales.
En Mequinenza, las festividades de San Blas y Santa Águeda, declaradas de interés turístico de Aragón, se distinguen por la elaboración artesanal de espectaculares disfraces que compiten en concursos infantiles y de adultos. Estos disfraces, auténticas obras de arte, son seña de identidad en la zona y se han mantenido a lo largo de tres siglos. La festividad, que se extiende del 2 al 4 de febrero, incluye pasacalles, desfiles, concursos de disfraces con atractivos premios, bailes y actividades culturales. El evento destaca por la participación activa de la comunidad en la creación de los disfraces, que compiten por importantes premios en metálico.
Ambas celebraciones reflejan la rica tradición cultural y el arraigo comunitario presentes en Ateca y Mequinenza, contribuyendo a la diversidad y vitalidad cultural de la provincia de Zaragoza.