Marc Mateu era el gran protagonista en la sala de prensa de El Alcoraz este miércoles, en su primera rueda de prensa tras convertirse en jugador de la SD Huesca. “Hubo poco que pensar. Cuando te llama un equipo recién descendido y con opciones de volver, hay poco que pensar, es toda una alegría”, aseguraba el jugador en el inicio de la comparecencia, hablando de cómo se llevó a cabo su fichaje por el club azulgrana. Unas gestiones sencillas, como corroboró Rubén García, el director deportivo del club, que destacó la rápida adaptación de Marc Mateu al equipo.
“El cuerpo técnico es muy cercano y comunicativo, que entiende al jugador. El vestuario es alegre y completo. Con gente joven pero también con experiencia. Han sido todos muy amables desde el primer momento”, explicó Mateu sobre sus primeros entrenamientos a las órdenes de Ambriz. Coincidió además con sus compañeros en la idea clara de juego que plantea el nuevo entrenador: “Destaca la posesión de balón, ser dominadores y lograr la presión tras pérdida”.
Descartó el jugador la idea de que la presión por ser un recién descendido pueda hacer mella: “Al final, el que juega al fútbol lo hacer por retos así, que te ilusionen y te pongan nervioso”.
En el plano personal, afronta la temporada con el objetivo de “ayudar al equipo, trabajar y ser honrado, y como mínimo igualar los números del año pasado, que no estuvieron mal”. Números que lo colocaban como el tercer máximo asistente de la competición, superando además los 30 partidos disputados.