Las Cortes de Aragón han acordado, a iniciativa de Izquierda Unida, rechazar los proyectos de ampliación de la mina de Borobia y de la instalación de una macro vaquería en Noviercas por los efectos que tendrán sobre la calidad de las aguas superficiales o subterráneas que vierten a las comarcas aragonesas del Sistema Ibérico y por las consecuencias sociales y económicas negativas para el modelo de explotación ganadera familiar y sostenible. Asimismo, el parlamento ha aprobado instar al Ejecutivo autonómico a continuar ejerciendo, ante los organismos competentes, todas las medidas legales y administrativas que sean precisas para exigir el cumplimiento de la normativa ambiental y la mejora de la calidad de las aguas de la sierra del Moncayo en su vertiente aragonesa y para mostrar la oposición a los citados proyectos a fin de prevenir posibles afecciones al medio, el territorio y los municipios de Aragón que puedan significar una amenaza o deterioro de las aguas o valores ambientales de los mismos.
La Comisión de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente ha aprobado hoy la proposición no de ley presentada por Izquierda Unida para dar respuesta a la preocupación y alarma social generada por estos proyectos. A través de esta proposición no de ley enmendada por los grupos que sustentan al cuatripartito, las Cortes han instado al Gobierno a personarse como Administración afectada, y no simplemente como Administración interesada, en todos los procesos administrativos de instalación y ampliación de actividades que puedan generar efectos negativos sobre las aguas que abastecen a los municipios de las comarcas aragonesas del Aranda, Tarazona y el Moncayo y la Comunidad de Calatayud.
IU ha llevado con esta PNL a las Cortes, “la lucha del territorio, frente a este tipo de proyectos de gran impacto ambiental en zonas despobladas y, por lo tanto, con menor capacidad de armar una contestación social fuerte”, ha señalado su portavoz Álvaro Sanz, quien ha comenzado su intervención con un reconocimiento a los esfuerzos de las organizaciones en defensa de un modelo más sostenible ambiental y socialmente, por una vida digna en los pueblos, como Ecologistas en Acción, la plataforma ‘No a la Mina de Borobia’, la asociación ¿Por qué no en Torrijo?, la Hacendera, la COAG… o los diferentes colectivos políticos del territorio entre los que ha destacado la asamblea de Tarazona Plural, en la que trabaja la asamblea de IU en la comarca del Moncayo.
En su opinión, los proyectos implantados o en funcionamiento en diversos municipios sorianos como la mina de Borobia, la macrogranja de tipo industrializado para 23.500 vacas lecheras en Noviercas o la ampliación de la planta de Distiller en Ólvega son asuntos “muy serios” y cuyas consecuencias pueden ser “muy graves” para el entorno y para la calidad de los abastecimientos de las poblaciones aragonesas como han relatado informes hidrogeológicos de la Universidad de Zaragoza o los análisis de la propia CHE.
