El Real Zaragoza se enfrentaba a la AD Alcorcón en una nueva jornada de la Liga Hypermotion en el estadio de Santo Domingo. Un partido al que el conjunto blanquillo llegaba tras la victoria por 2-0 ante el Andorra en La Romareda. En busca de la segunda consecutiva, Julio Velázquez presentaba el mismo once que la pasada jornada salvo una excepción: Jaume Grau entraba por el sancionado con la quinta tarjeta amarilla y que cumplía ciclo en el día de hoy: Toni Moya. El resto del once lo componían Edgar Badia, Mollejo, Mouriño, Lluís López, Francés, Fran Gámez, Marc Aguado, Francho Serrano, Maikel Mesa e Iván Azón.
En los primeros minutos, ninguno de los dos equipos se hacía con el dominio del esférico, tratando de buscar de forma directa las debilidades del rival. El primer susto lo daba el conjunto madrileño, con un envío al área en el que su delantero se resbalaba en el punto de penalti cuando iba a afrontar un mano a mano ante Badia. Llegado al primer cuarto de hora, no se daba ninguna ocasión más reseñable con un Real Zaragoza que buscaba encontrar su primer acercamiento de peligro.
El partido seguía transcurriendo sin ocasiones, más allá de un centro de Francho Serrano al que no conseguía llegar ninguno de sus compañeros. Eso sí, la más clara llegaría en el 32’ con una jugada rocambolesca. Un centro lateral desde la izquierda era desviado por Mouriño y Badia despejaba con complicaciones a córner. Posteriormente, otro centro lateral era despejado de puños de forma poco ortodoxa por Edgar Badia, que mantenía con vida a su equipo. En los últimos minutos de la primera parte, el conjunto alfarero se llevaba el partido a su terreno.
Al filo del descanso, el nombre más sonado sería el de Edgar Badia, que resolvía sin complicaciones los acercamientos del Alcorcón para que el Real Zaragoza se pudiese marchar a vestuarios con 0-0 en el marcador. Un partido soporífero en el que, si alguien había merecido algo en los primeros 45 minutos, había sido el Alcorcón.
La segunda parte comenzaba con los mismos protagonistas por parte de los dos equipos. Eso sí, donde había cambios era en la intención del Real Zaragoza, que ya desde el inicio sumaba su primer balón al área por medio de Mollejo. A pesar de ello, Iván Azón no llegaba a rematar en lo que suponía el primer acercamiento del conjunto blanquillo. A ello respondía el Alcorcón con un centro lateral cuyo remate se marchaba por encima del larguero de Edgar Badia.
El primer cambio se lo apuntaba el Alcorcón. Dyego Sousa, el autor del gol de la victoria ante el Albacete, saltaba al césped de Santo Domingo en sustitución de Obieta. Posteriormente, Marc Aguado veía la tarjeta amarilla por protestar en una falta señalada por Avalos Barrera y, de esta forma, confirmaba su ausencia el próximo partido ante el Real Sporting de Gijón.
En el 59′, el Real Zaragoza protagonizaba su primer tiro a puerta con un débil cabezazo de Maikel Mesa que atrapaba el guardameta rival sin complicaciones.
Cuatro minutos más tarde, una falta provocada por Mollejo era lanzada por Francho. El balón se paseaba por delante de la portería y ninguno conseguía desviarlo para superar al meta rival. Instantes después, era Julio Velázquez el que movía el banquillo. Manu Vallejo y Sergi Enrich entraban por Maikel Mesa e Iván Azón. También era sustituido Fran Gámez y en su lugar saltaba Lecoecuche.
Pero, sin duda, la más clara llegó en el 77′. Un centro lateral de Manu Vallejo era rematado por Sergi Enrich y en una jugada rocambolesca, el balón no quería entrar en lo que hubiese supuesto el 0-1. El esférico prácticamente era despejado sobre la línea.
Sin más acercamientos por parte de ninguno de los dos equipos, Julio Velázquez agotaba los cambios. Borge y Sergio Bermejo entraban por Francho Serrano y Marc Aguado. Sin embargo, estas sustituciones llegarían tarde para lo que necesitaba el Real Zaragoza. El equipo empataría a cero ante la AD Alcorcón en Santo Domingo con la sensación de no haber generado lo suficiente para meter el miedo en el cuerpo al conjunto alfarero. El balance del Real Zaragoza ahora, con Julio Velázquez, es de dos victorias, cinco empates y solo una derrota, algo que se queda insuficiente en cuanto a suma de tres para poder luchar por el objetivo del ascenso. Al equipo le cuesta perder, pero también ganar.
