Hoy se cumplen cinco años del regreso del capitán a su casa. Un 20 de junio de 2016, Alberto Zapater volvía a pisar el Estadio de La Romareda para reencontrarse con una afición blanquilla que se volcó con el `21´ del Real Zaragoza. Con los sentimientos a flor de piel, el de Ejea de los Caballeros, símbolo zaragocista, estaba de vuelta. Y, desde aquella tarde, continuó engrandeciendo su carrera como futbolista del conjunto aragonés.
Siete años después de su salida del Club rumbo al Génova, de esa rueda de prensa en la que dejó claro su amor por el equipo de su vida; mucho tiempo de espera para que Zapater volviese a ser jugador del Real Zaragoza… Y por fin ocurrió. Porque los caminos de ambos tenían que cruzarse de nuevo. Porque tanto en el cuadro italiano como en el Sporting de Lisboa y en el Lokomotiv de Moscú, el capitán seguía sintiendo como nadie el blanco y el azul.
“Es un sueño que vivo y que llevaba pensando mucho tiempo, desde que me fui de aquí. Siempre he pensado que entraría a La Romareda para volver a jugar. Yo no he dejado de ser jugador del Real Zaragoza; siempre he estado pensando en el Real Zaragoza. Es un orgullo estar aquí”, dijo Zapater en su presentación. Fueron sus primeras palabras en su vuelta a la capital aragonesa. Unas que inundaron de pasión la sala de prensa y que recargaron de ilusión a toda una ciudad.
Luego saltó al césped de La Romareda, de su hogar, del estadio en el que cumplió el sueño de ser futbolista. Arropado por miles de aficionados zaragocistas que le brindaron su intenso cariño, el capitán inició su andadura en esta nueva etapa en la que ha vivido buenos y malos momentos, pero en la que ha demostrado su compromiso y zaragocismo en cada entrenamiento.
Esa primera temporada, Zapater jugó los 42 partidos de Segunda División, siendo la campaña en la que más encuentros disputó desde su regreso. Ahora, el capitán va a comenzar su sexta temporada consecutiva desde ese 2016, y su undécima con el Real Zaragoza. Aquel 20 de junio… Un día inolvidable para el canterano y para los seguidores blanquillos, quienes disfrutaron en primera persona de la vuelta a casa de Alberto Zapater.