El equilibrio entre la juventud de la plantilla y el recurso de la veteranía resulta fundamental en una situación extraña y comprometida. El Real Zaragoza cuenta con un puñado de muy jóvenes jugadores, pero también es capaz de compensar esa falta de experiencia con el registro deportivo de futbolistas esenciales en la columna vertebral de la formación blanquilla. Que conocen, además, en profundidad los entresijos de la categoría.
El 7 del Real Zaragoza, Miguel Linares, es quien más minutos acumula en la Segunda División. Su periplo por el Salamanca, Elche, Recreativo de Huelva, Oviedo y Reus, además del Real Zaragoza le permiten sumar 15.462 minutos en la categoría.
Pegado al de Fuentes de Ebro se encuentra Íñigo Eguaras. El navarro, que ha acumulado partidos en el Sabadell y el Mirandés, además del Real Zaragoza, ha contado 15.175 minutos de juego en encuentros de Segunda División.
Por encima de los diez mil minutos se encuentran también Pichu Atienza (11.800 minutos), Javi Ros (11.608) y Alberto Zapater, que a pesar de no haber podido competir este año, guarda 11.437 minutos de experiencia en la división de plata.
A esos pilares fundamentales del vestuario blanquillo se unen jugadores como Cristian Álvarez (8.724 minutos) y Alberto Guitián, a 45 minutos de los 8.000 (7.955), que contribuyen a aportar una sólida experiencia y un equilibrio fundamental para la plantilla.
El indiscutible aval de la juventud, que adquiere singular importancia en una campaña irregular y alargada, se compensa con la serenidad que brinda la veteranía y el peso específico de futbolistas con amplio recorrido en la categoría.
