En un partido cargado de emoción y tensión, la selección española de baloncesto se despidió de los Juegos Olímpicos de París tras una dura derrota contra Canadá, con un marcador final de 88-85. España quedó a un triple de la victoria, lo que provocó su eliminación en una fase de grupos caracterizada por un triple empate complicado. El marcador final dejó a España fuera por dos canastas debido a un desfase en el basketaverage con Australia y Grecia.
El encuentro, que se jugó en Lille, mostró a una España luchadora que no se dio por vencida, a pesar de las adversidades. Canadá, con una defensa implacable, consiguió mantener una ventaja que llegó a ser de 11 puntos al descanso, con un marcador de 49-38. El equipo dirigido por Sergio Scariolo tuvo que buscar nuevas estrategias para revertir la situación.
En la segunda mitad, la intensidad de España aumentó. Sergio Llull y Darío Brizuela, con 17 puntos, lideraron un esfuerzo titánico que acercó a la selección a la victoria.
El aragonés Jaime Pradilla fue uno de los destacados de España, aportando significativamente durante sus 12 minutos en cancha. El aragonés consiguió 10 puntos y 6 rebotes, jugando un papel crucial en el esfuerzo por revertir el marcador. Su actuación incluyó importantes canastas y una sólida presencia en ambos lados de la cancha, destacándose como una de las piezas clave en el intento de remontar el partido.
Sin embargo, un triple decisivo a falta de 38 segundos para el final y algunas decisiones arbitrales controvertidas sellaron el destino de España.
El partido marcó el final de la carrera olímpica para Rudy Fernández, quien se retiró tras ofrecer una última muestra de entrega y profesionalismo. España se va con la cabeza alta, habiendo competido hasta el último segundo en un torneo que demostró el espíritu inquebrantable del equipo.