Jaume Ponsarnau deja las primeras ideas de cómo construir desde la base lo que será la esencia del Casademont Zaragoza 2021-22, en un inicio al que han faltado 4 jugadores por diferentes motivos. Algo que no resta un ápice de construir un “espíritu” desde el sacrificio del grupo en una de las épocas más importantes del año.
Así mandó sus primeras ideas Jaume Ponsarnau en el speech inicial con los medios, antes de comenzar el trabajo en pista con el colectivo.
El conocimiento del grupo
“Empezamos a trabajar juntos, a conocernos, porque sólo he trabajado con un entrenador y un jugador –que es Rodrigo- y por lo tanto somos un grupos nuevo; entre ellos muy pocas han trabajado juntos. A marchas forzadas tenemos que pasar de ser grupo a ser equipo. Para eso debemos conocernos, entendernos, hablar, comunicarnos y encontrar una forma de jugar que nos haga competitivos. Poco a poco, a través de los entrenamientos y de los partidos amistosos seguiremos dando pasos para pasar de grupo a equipo y afinar muchas cosas”.
Trabajo físico
En lo físico, los jugadores tienen que encontrar el punto de forma para empezar esta competición, que va a ser muy exigente. Nuestra sensación es que la Liga Endesa ha dado un paso adelante en competitividad, sobre todo en igualdad. La FIBA Europe Cup es una competición nueva para nosotros, con la exigencia de adaptarnos como equipo español pionero, junto al reto de competir al máximo”.
Espíritu de sacrificio
“También es el momento de construir un espíritu, no solo colectivo sino individual. Es el momento de esforzarse, de sufrir un poquito, de cansarse un poco más de la cuenta porque eso también marca el nivel de aportación de cada jugador de cara al equipo: el sacrificio. Tenemos que ser un equipo sacrificado y la pretemporada es un momento trascendental para construir ese espíritu de sacrificio, sin duda es éste”.
Buen grupo humano
“Las sensaciones es que es un grupo humano de buenas personas, trabajadoras y eso es algo que ayuda. También creemos en el talento y las capacidades que hay, algunas de experiencia y otras de juventud que moldeándose, creciendo y trabajando pueden ayudar a ser de mucha calidad”.
Habituales ausencias
“Nos faltan 4 jugadores de los 12 que van a formar la plantilla del primer equipo, son circunstancias habituales. Dos porque son buenos y están con sus selecciones y los otros dos por la situación de la pandemia en que todo es más complicado: no solo superar el virus sino superar a nivel de protocolo. Eso hace que no hayamos podido contar con Jamel (McLean) y Matt (Mobley).