La afición es la única que no baja los brazos

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Fotografía: Tino Gil

Nunca se rinden y siempre están con el Real Zaragoza. La afición blanquilla lo volvió a hacer, y esta vez Anduva fue el escenario en el que mostraron todo su amor por un escudo. Incansables, 1.000 seguidores zaragocistas se dieron cita en Miranda de Ebro para estar junto a su equipo, arropándolo con sus bufandas antes, durante, y al término del encuentro.  

No acompañó el resultado, pues los de Juan Ignacio Martínez cayeron derrotados por dos goles a cero, pero las gargantas de la afición del conjunto de la capital aragonesa transmitieron una energía constante desde el minuto uno, siendo aplaudidos por los jugadores blanquillos al final del choque para agradecerles todo: sus ánimos, su fuerza, su aliento. Un impulso por el que el equipo está obligado a levantarse y seguir peleando.