Los Sindicatos Médicos -CESMAragón y FASAMET) y de Enfermería (SATSE), que forman la plataforma CEMSATSE -mayoritaria en la Sanidad aragonesa- han reclamado por escrito al Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón cinco medidas urgentes para responder a la «situación límite» de la Atención Primaria en la Comunidad que ha agravado la séptima ola de la covid-19. La carta enviada denuncia que «los centros de salud están nuevamente colapsados, la Administración es consciente y, sin embargo, no pone los medios necesarios».
Las cinco demandas son contratar más personal en todas las categorías, externalizar los puntos de vacunación, que Salud Pública gestione los casos de covid-19 en los centros escolares, mejorar los sistemas de citación de vacunas y sacar fuera de los centros de salud la petición del código PIN.
Los sindicatos médicos señalan que la Atención Primaria se encuentra completamente saturada, con agendas colapsadas y largas demoras para pedir cita, ante la séptima ola de la pandemia, que ha conllevado un notable incremento de las pruebas diagnósticas y el seguimiento de pacientes y contactos, sin embargo las plantillas están cada vez más mermadas y no se han renovado los contratos de refuerzo covid.
A esto se suma también que Salud Pública ha dejado de encargarse de los casos surgidos en centros escolares, lo que ha sobrecargado a los pediatras, «coincidiendo con una época en la que los cuadros producidos por infecciones víricas son muy frecuentes«.
Por otra parte, subrayan que la gestión de las vacunas de la covid y la gripe ha estado mal planificada desde el principio, ya que no ha funcionado bien la aplicación informática, «lo que ha generado múltiples errores que han sobrecargado a las profesionales de enfermería» y que igualmente la solicitud del código PIN necesario para obtener el certificado COVID ha sobrecargado notablemente a los servicios de admisión.
CEMSATSE resalta que todas estas situaciones generan no solo una gran sobrecarga laboral a todos los profesionales de Atención Primaria, sino que también suponen un riesgo aumentado para la salud de los ciudadanos ya que se forman colas interminables en los centros de salud en las que se mezclan población sana que solo necesita el código PIN y población «caso o contacto estrecho» que va a realizarse una PCR.
«La frustración de la población que debe permanecer en las filas durante mucho tiempo genera además situaciones incómodas y desagradables para los compañeros que están en la primera línea», y genera el riesgo de nuevos episodios de agresiones sanitarias se resalta también en la carta con las peticiones.
