Víctor Fernández comparecía en sala de prensa tras la victoria del Real Zaragoza en Santander que daba la permanencia matemática al equipo con goles de Azón y Sergi Enrich. Como es habitual, el técnico hacía su particular valoración del choque ya con las pulsaciones más rebajadas después de conseguir el objetivo establecido en su llegada y agradecía a su plantilla el esfuerzo realizado: «Estoy orgulloso de los jugadores. Hemos terminado con muchos canteranos en situaciones límites. Orgulloso de su entrega ante un rival que eran aviones. Hemos jugado lo que nos han permitido. Hemos defendido bien, con firmeza, competitividad e intensidad. Les he dado las gracias. Sin los jugadores no habríamos conseguido esto y sin todos no conseguiremos el objetivo que todos queremos. Ojalá sea el principio del renacer con un #RealZaragoza que vaya a todos los campos con posibilidades de ganar».
Además, también ha mandado un mensaje de alerta dados los últimos años en los que el Real Zaragoza ha competido por objetivos que no son acordes a su historia y, más en este año, a su plantilla y posibilidades: «No es una cuestión de lo que ha ocurrido este año con los nuevos propietarios. Llevamos 4 años de desencantos y salvándonos en la 40. No puede ser. Necesitamos la ayuda de todos, y posiblemente tengamos que apostar por otra bandera que los últimos años», avisaba el técnico zaragozano.
Lo que queda claro es que el rumbo del conjunto aragonés tiene que cambiar para que, finalmente, vuelva a luchar por lo que tanto ansía: el ascenso a Primera División. Ahora, con el futuro de Víctor Fernández como incógnita -aunque dentro del club- y el de Juan Carlos Cordero en la dirección deportiva, el Real Zaragoza deberá trabajar este verano con ese objetivo para el que ya puede ir avanzando determinadas situaciones a falta de una jornada debido a que ya se ha logrado la salvación.