Hoy arranca en las 733 farmacias de Aragón la campaña informativa “Si eres una una persona mayor y te parece que ya no hay esperanza”. Una campaña dirigida a los propios mayores para la prevención del suicidio y que pretende aprovechar la especial relación de confianza y cercanía de las farmacias con este colectivo. Para ello, los farmacéuticos han recibido la guía práctica en prevención del suicidio en este colectivo, que explica cómo acercarse a la persona mayor que piensas que está en riesgo, cómo preguntar y ofrecer ayuda.
Además, los profesionales repartirán 39000 folletos que detallan los signos de alarma (abandono de actividades, el descuido personal, comentarios repetidos sobre la muerte…) y los grupos donde existe más riesgo de suicidio. Así como los teléfonos de atención sanitaria y apoyo psicológico (servicio de atención a personas mayores, teléfono de la esperanza y teléfono de prevención del suicidio), recordando que una llamada a tiempo puede salvar una vida.
Dicha campaña se enmarca en la Estrategia de Prevención del Suicidio del Gobierno de Aragón, de la que forma parte activa la profesión farmacéutico desde marzo de 2021.
Además, durante el año 2021, y cumpliendo con los objetivos de dicha estrategia, se ha realizado un importante despliegue de formación en salud mental de los agentes implicados en la atención a este colectivo. En marzo, más de 200 farmacéuticos realizaron el curso “Prevención Suicidio: ¿Puede hacer algo el farmacéutico?”.
En la presentación de estos materiales han participado el director ejecutivo del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IISA), Óscar López, la psiquiatra Eugenia González, la asesora técnica del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Ana Sánchez Fumanal, y la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García.
La doctora González, ha explicado que las estrategias innovadoras de prevención del suicidio en las personas mayores de 60 años son las que consiguen involucrar a familiares, vecinos y otros miembros de la comunidad de pertenencia, apostando por la detección de riesgos y la profilaxis de la depresión en los entornos residenciales, geriátricos y de atención sanitaria o social.
En esta misma línea, la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García Fuentes, ha destacado el papel de las farmacias y los farmacéuticos en la detección y prevención precoz del suicido: “Como profesionales de la salud en primera línea y por la especial relación de confianza y cercanía con los pacientes, los farmacéuticos pueden tener contacto con personas mayores que están contemplando o planeando suicidarse, convirtiendo esta oportunidad en determinante para ofrecerles ayuda”.
Tanto la guía como el díptico, disponibles en la web del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Aragón, surgen del trabajo colaborativo del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, las direcciones generales de Asistencia Sanitaria y de Salud Pública, el Servicio Aragonés de Salud, el Ayuntamiento de Zaragoza, la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología, y Cruz Roja.
El colectivo más vulnerable
Se estima que entre el 30 y el 50% de los suicidios en las sociedades desarrolladas se producen en mayores de 60 años, constituyendo éste el grupo etario de mayor riesgo. Algunos de los factores vinculados con el suicidio en ellos son las enfermedades crónicas, la pérdida de funcionalidad, los estados terminales de enfermedad, los trastornos mentales (especialmente la depresión), los conflictos en las relaciones interpersonales y la soledad.
En Aragón existe un alto grado de envejecimiento de la población, siendo la quinta Comunidad Autónoma más envejecida de España. Durante el año 2020, la mayor prevalencia de suicidios en nuestra Comunidad se dio en estado civil de soltería (casi el 37%) y el grupo de edad con más prevalencia de suicidio fue el de mayores de 79 años. De los 103 suicidios consumados ese año, 19 correspondían a los mayores de 79 años y otros tantos a personas de entre 70 y 79 años. El grupo de 60 a 69 años sumó otras 13 muertes. En conjunto pues, confirmando los estudios sobre el tema, 44 de los 103 suicidios corresponden a los de más de 60 años.
La percepción subjetiva de un nulo o escaso número de personas con las que puedas contar, es decir, la falta de apoyo social, ha sido descrita como factor de riesgo del suicidio consumado. La Encuesta Europea de Salud (2014) muestra la vulnerabilidad social que presentan los aragoneses de más de 65 años ya que cerca del 14% afirmaba no poder contar con ninguna persona o con un máximo de dos en caso de un problema grave. Empeorando las cosas, la pandemia COVID-19 ha conllevado un incremento de la soledad y de la desconexión social.