Las últimas semanas los seguidores del Real Zaragoza habían experimentado una situación extraña en sus sentimientos blanquillos. Se entraba en el mes de febrero con la sensación de que esta temporada, nuevamente, se iba a sufrir para conseguir la «ansiada» permanencia, sin embargo, cuatro semanas más tarde, las expectativas cambiaban.
Cuatro victorias consecutivas llevaban al equipo del león de estar a cuatro puntos del descenso, a ponerse a casi cuatro del play off, abandonando la zona baja con un margen de tres puntos. La gente, hastiada por los nueves años de segunda división, no sabía muy bien dónde poner su punto de mira: buscamos la permanencia o creemos que un milagro puede ocurrir.
Esta categoría pone muy complicadas las cosas en cuanto un equipo encadena varias victorias consecutivas y el Cartagena, equipo que lucha por entrar en el play off, ha sido el verdugo de los sueño de un posible ascenso. La derrota en Cartagonova y la goleado del Girona, ponen el sueño a nueve puntos marcados por la Ponferradina. Una gesta muy complicada si tenemos en cuenta las diez jornadas restantes.
El siguiente partido en la Romareda ante el Amorebieta el próximo viernes 25, ayudará a definir si todavía el Zaragoza puede soñar con un milagro o si el equipo encallará en un mar de tranquilidad hasta el mes de junio…al menos en el ámbito deportivo.