El Real Zaragoza comenzará la temporada 24-25 en La Romareda con una drástica diferencia con respecto a las últimas campañas. El Municipal, tal y como se ha conocido, ya no será igual, ya que el conjunto blanquillo disputará sus encuentros en una Romareda que no contará con Gol Sur. La grada, derribada en la primera fase mientras se disputa el campeonato, constituirá el primer paso para la construcción del nuevo estadio. Esta circunstancia genera un problema que directamente implica a la afición. Este año, con récord de abonados, el Real Zaragoza ha contado con más de 28.000 socios que deberán ser reubicados en este primer año. La segunda fase, cabe recordar, se realizará ya sin la disputa de partidos, ya que el equipo aragonés jugará en un campo modular construido en Parking Norte durante la primera fase.
Eso sí, todavía queda pendiente saber qué pasará con los aficionados que hasta ahora ocupaban sus asientos en Gol Sur. Tras el concierto de Bunbury, la grada se demolerá y la reubicación de todos ellos sigue siendo una incógnita. Además, cabe destacar que el campo modular tendrá una capacidad cercana a los 20.000 espectadores por lo que, en caso de seguir con una cifra similar de socios, el Real Zaragoza deberá tomar medidas y pensar qué hacer con los 8.000 restantes.
De momento, las primeras decisiones de cara a la próxima temporada ya se han dado: la salida de Raúl Sanllehí fue el punto de salida, mientras que la confirmación de Víctor Fernández como entrenador y Juan Carlos Cordero como director deportivo han sentado las bases del proyecto de la próxima temporada. A pesar de ello, el zaragocismo sigue inquieto por saber dónde podrá sentarse en la vieja Romareda teniendo en cuenta que no podrán contar con su asiento. Cabe recordar que, todavía, no se ha presentado la campaña de abonados y podría ser un punto a tratar en ella cuando llegue el momento.