El centro de protección animal de la Diputación de Zaragoza ha incorporado un nuevo vehículo para la recogida de perros por los municipios de la provincia. Se trata de una furgoneta adaptada para transportar hasta tres animales y moldeable para cinco ocupantes. Sustituye a otra ya antigua permitiendo que la captura y el transporte al centro de los perros que vaguen sin dueño sea más ágil y eficaz.
El diputado delegado del centro de protección animal de la Diputación de Zaragoza, Miguel Sanz, destaca que este nuevo vehículo va a contribuir a que el servicio de recogida de los animales abandonados en la provincia sea «más eficiente». «Esta furgoneta ofrece la posibilidad de que cuando se vaya a recoger a un perro complicado puedan ir varias personas, mientras que el anterior vehículo solo disponía de dos plazas. Además, es una furgoneta ágil y su tamaño es perfecto para acceder por calles más estrechas de las localidades de la provincia».
La institución provincial sacó a concurso público la adquisición de un nuevo vehículo y, entre las propuestas que se presentaron, esta fue la que obtuvo mejor puntuación valorando sus características y las necesidades. Se trata de una Opel Combo cuyo precio de coste ha sido de 16.511 euros.
«Esta furgoneta, cuya parte trasera se adaptó en los talleres de la institución provincial, permite acoger hasta tres jaulas medianas y cinco ocupantes, pudiendo modularse según las necesidades de la recogida. Esto aporta mucha comodidad y permite que el servicio de captura de los animales sea exitoso», explica Sanz.
Se les cura, se les cuida y se les implanta el chip obligatorio
Cuando se recibe un aviso de recogida, los técnicos del centro de protección animal se trasladan al municipio, lo capturan y lo llevan a las instalaciones de Movera, donde se ubica el centro. Si porta el chip obligatorio, se intenta localizar al dueño, que además de tener que pagar una tasa de 80 euros para llevárselo se enfrenta a una posible sanción administrativa. Si no es posible contactar con el propietario, el perro pasa a manos de la Diputación.
Tanto esos animales como los que no llevan chip, que son la gran mayoría, son inscritos a nombre de la institución provincial en el Registro de Animales de Compañía de Aragón. Para entonces, ya han sido atendidos por los veterinarios, ya que a todos los perros se les hace una exploración nada más llegar, se les curan las enfermedades o heridas que puedan presentar, se les desparasita interna y externamente y se les vacuna.
Una vez dados esos pasos, comienza el proceso de búsqueda de dueños para los perros. Normalmente, son adoptados a corto o medio plazo, aunque algunos llegan a pasar muchos meses en el centro. Pese a todo, incluso los casos más complejos se suelen resolver gracias a la colaboración de las sociedades protectoras de animales.
Los ayuntamientos son los únicos que pueden solicitar la retirada de animales abandonados o sin dueño. No obstante, si un vecino quiere entregar el suyo, tiene que hacerlo previo visto bueno de su consistorio y sabiendo que debe pagar una tasa de 57,5 euros y que además no se aceptan perros gravemente enfermos.
Los perros del centro
El centro de protección animal de la Diputación de Zaragoza centra su labor en la recogida y cuidado de los perros sin dueño que vagan por los municipios de toda la provincia. En los últimos cinco años, desde 2016, este servicio ha recogido a un total de 1.182 perros y ha logrado encontrar un hogar para 1.233.
«La institución provincial no cobra nada a quienes adoptan uno de los animales que se atienden aquí. De esta forma se facilita el proceso de adopción dejando claro que la prioridad es fomentar las adopciones responsables y con todos los requisitos legales», recalca Sanz. «Por otra parte, desde hace años la Diputación de Zaragoza opta por una política de sacrificio cero. Cuidamos a todos los perros de nuestro centro, independientemente del tiempo que lleven viviendo en el mismo o de las enfermedades que puedan tener».