En un paso significativo hacia la materialización del nuevo estadio de fútbol de La Romareda, el Gobierno de Aragón ha asignado un crédito de 20 millones de euros en el presupuesto de la Corporación Empresarial Pública de Aragón (CEPA). Esta medida permite la constitución de una sociedad de responsabilidad limitada, cuya función principal será financiar las obras necesarias para la construcción del estadio.
La transferencia de fondos, completada la semana pasada, marca un hito importante para el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Real Zaragoza, quienes podrán avanzar en la creación de la sociedad encargada del proyecto. Las tres entidades suscribieron el protocolo de actuaciones el pasado 31 de octubre, comprometiéndose a cumplir con los requisitos acordados el 10 de octubre por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para respaldar la candidatura de Zaragoza como sede del Mundial 2030.
El Ejecutivo autonómico liderado por Jorge Azcón también cumple con el compromiso de constituir la sociedad antes del 31 de diciembre de 2023, según lo establecido en el acuerdo entre las partes. Este paso es fundamental para que Zaragoza pueda contar con un estadio de fútbol que la posicione como sede de eventos nacionales e internacionales de alto nivel, incluyendo la posibilidad de albergar partidos del Mundial de Fútbol 2030.
El capital social de la sociedad se fijará en 120 millones de euros, distribuyéndose de manera equitativa entre el Ayuntamiento, el Gobierno autonómico y el club de fútbol. No obstante, durante la constitución de la sociedad, las tres partes realizarán aportaciones por un valor total de 50.500.000 euros. En este contexto, el Gobierno de Aragón contribuirá con 20 millones de euros.
Además, el Ayuntamiento se compromete a aportar el valor del derecho de superficie correspondiente a la titularidad del suelo del estadio municipal, valorado en 24.5 millones de euros. Por su parte, el Real Zaragoza S.A.D. aportará al capital social 6 millones de euros como contravalor del costo para la elaboración de los proyectos, con el resto siendo una aportación dineraria.
Este paso financiero representa un avance concreto hacia la modernización de las instalaciones deportivas en Zaragoza, permitiendo que la ciudad se posicione como candidata seria para ser sede del Mundial 2030 y fortaleciendo su presencia en eventos futbolísticos de primer nivel.