El Real Zaragoza, vestido de avispa, se enfrentaba al RCD Espanyol, segundos en liga, en el Stage Front Stadium. Un partido que terminaría con 1-1 en el marcador, una roja directa para Calero (Espanyol) y un total de cinco amarillas.
El Real Zaragoza dominó los primeros 20 minutos consiguiendo la primera opción de gol del partido. El Espanyol solo conseguía parar a los maños que se iban por la banda izquierda con faltas. Sin embargo, la primera amarilla tardaría en llegar y sería en una acción contra Francés quien intentaba hacer un contraataque rápido. En los primeros 45 minutos poco más sucedía a excepción de un intento a portería de los pericos, que se marchaba por encima del larguero, y una amarilla para Óscar Gil.
Las cosas cambiarían en la segunda parte. Los locales salieron mucho más enchufados que los nuestros y nueve minutos después del descanso, Eduardo Expósito lograba rematar de cabeza un centro de Brian Oliván y adelantarse en el marcador. Aun así, el Real Zaragoza no quería dar por perdido el partido y en el minuto 57 por una buena acción de Germán Valera, Calero le hace una entrada muy fuerte levantando la pierna a la altura del muslo por la cual vería la roja directa. El resto del partido, los avispa tendrían superioridad numérica, siendo el punto culmen el minuto 73 cuando Manu Vallejo en el segundo balón que tocaba y tan solo después de estar un minuto en el campo (cambio de Mollejo), remataba sin nadie que le marcase un centro de Fran Gámez.
En los minutos finales, el Real Zaragoza apretaba para conseguir esos 3 necesarios e importantes puntos e incluso Sergi Enrich estuvo a punto de conseguir el 1-2 en el minuto 83 pero no hubo suerte y solo encontraba el poste izquierdo de Pacheco. Tras siete minutos de añadido, ambos equipos abandonaban frustrados el campo habiendo sumado un punto que sabía a poco.
¿Fue solo un espejismo la victoria frente al CD Leganés?